“Kamala, puedes ser la primera en hacer muchas cosas, pero asegúrate de no ser la última”.
–Madre de Kamala Harris
Por Verónica Denisse Estrada Calzada
Según la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, en su artículo 5, fracción I, las acciones afirmativas se definen como: “El conjunto de medidas de carácter temporal correctivo, compensatorio y/o de promoción, encaminadas a acelerar la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres”.
Aunado a esto, las acciones afirmativas se pueden conceptualizar como políticas públicas que tienen por objetivo principal indemnizar las condiciones discriminatorias y de violencia que han experimentado ciertos grupos vulnerados histórica y sistémicamente.
En este sentido, y con fundamento en los artículos 5 fracción I, 6, 7, 18 y 19 de la Ley de Mecanismos de Participación Ciudadana para el Estado de Michoacán de Ocampo, el pasado 16 y 17 de marzo se llevó a cabo el Primer Parlamento de Mujeres en Michoacán 2023, ejercicio que reunió en el Palacio Legislativo del Estado a 40 mujeres diversas, que previa convocatoria emitida por la Comisión de Igualdad Sustantiva y de Género y el Comité Organizador del mismo, fuimos seleccionadas mediante la presentación y evaluación de iniciativas o proyectos sociales inspirados en los contextos específicos y desigualdades que nos atraviesan a nosotras y a las que nos rodean. Así, confirmamos una vez más que el género nos une, pero no nos impactan las mismas violencias, y por este motivo, hay que promover la creación y reforma de leyes con este enfoque.
Durante el desarrollo del parlamento, tuvimos la oportunidad de tomar capacitaciones en materia de procedimientos legislativos, elegir la integración de la Mesa Directiva, reunirnos en comisiones de acuerdo con la temática de nuestras iniciativas o proyectos sociales para la realización de los Dictámenes –apoyadas por asesores y asesoras técnicas– con el fin de exteriorizarlos en la Sesión de Pleno.
Desde mi perspectiva y posterior a las actividades descritas, se genera el punto medular de esta asamblea, reforzar la consciencia de que aún nos queda mucho por luchar y resistir, pero también reconocer los avances que hemos conseguido y exigir a nuestros representantes que el Estado subsane la deuda histórica que tiene con nosotras, comenzando por legislar con perspectiva de género y diseñando y ejecutando políticas públicas en materia de acceso a una vida libre de violencia para las mujeres, paridad en los gobiernos municipales, tipificación de la violencia con ácido y otras sustancias corrosivas como feminicidio en grado de tentativa, reconocimiento y sanción al reclutamiento y utilización de las infancias y adolescencias, conservación del medio ambiente, oportunidades de acceso a un trabajo digno para las personas con discapacidades y respeto a los derechos sexuales y reproductivos, entre muchas otras que fueron presentadas y discutidas tanto en las Comisiones como en Sesión.
En los días que se llevó a cabo este ejercicio parlamentario no estuvimos solas, estuvieron con nosotras todas las mujeres que a lo largo de la historia lucharon porque lo que un día fue un sueño, hoy sea un derecho. Aquellas que hace 70 años no tenían la garantía de votar ni ser votadas pero no se rindieron, y gracias a ello, durante este Parlamento, el Pleno del Congreso del Estado fue de las mujeres y se llenó de las voces que con digna rabia demandamos justicia social.
Sin embargo, como acertadamente lo dice una frase: “las mujeres no tenemos ningún interés en quebrar techos de cristal si eso significa dejar a la gran mayoría limpiando sus restos”, porque aunque nuestro sistema democrático es representativo, seguiremos buscando una reivindicación histórica desde todas las trincheras para aperturar espacios y que cada vez seamos más la que tengamos acceso a estos lugares, para que la política, desde la interseccionalidad, sea por y para todas. Porque, aunque por mucho tiempo nos dijeron que no, las mujeres sí pertenecemos a todos lados: a la política, a la ciencia, al deporte, al arte, etc., y si hemos de ser rebeldes por reclamar nuestro espacio, que así sea.
Es por eso que quienes fuimos parte del Primer Parlamento de Mujeres en Michoacán estaremos pendientes del seguimiento que la 75 Legislatura del Congreso del Estado haga a los Dictámenes, Iniciativas y Pronunciamientos emitidos, porque queremos un Poder Legislativo que nos escuche activa y efectivamente, porque las leyes deben ser de observancia a la realidad social y estar adecuadas al contexto actual, para que lo que no tuvimos nosotras, sea para las que vienen.