El presidente López Obrador dijo que todavía hay quienes cuestionan el suceso, pero, aseguró, “tengo mi consciencia tranquila, porque (…) iban a perder la vida más de 200 inocentes, según la estimación que se hizo en ese momento, y dije: ‘¡no!’”.
El presidente dijo que es importante, “y sobre todo en Sinaloa”, optar por una estrategia que no contribuya a generar violencia: “Desde que llegamos, decidimos no declarar la guerra a nadie y estamos optando por atender las causas que originan la violencia, (no) llevar a la práctica acciones coercitivas”.
En Sinaloa, el presidente supervisará la construcción de una carretera en el municipio de Badiraguato. Debido a la relación que tiene el lugar con el crimen organizado, su visita ha llamado la atención.