“Pero pienso que quemar iglesias en realidad está privando a las personas que tienen necesidad de un duelo y de sanar y de dolerse de tener lugares donde poder lamentar las muertes y reflexionar y buscar apoyo”, dijo el primer ministro canadiense.
No se trata de una fosa común y las tumbas pudieron haber estado marcadas en algún momento. “Los representantes de la Iglesia católica quitaron esas lápidas”, dijo el jefe de la Primera Nación de Cowessess, Cadmus Delorme.