Cientos de personas, entre abogados, activistas y periodistas, se manifestaron cerca de la Casa Blanca para exigir al gobierno de Joe Biden detener las batallas legales contra el australiano fundador de Wikileaks, quien está encarcelado en Inglaterra.
Assange enfrenta 17 cargos de espionaje y uso indebido de computadoras por publicar en WikiLeaks una gran cantidad de documentos clasificados del gobierno estadounidense.
El gobierno estadounidense lo acusa de espionaje y de poner en peligro la vida de numerosos informantes al publicar documentos completos sin editar. Mediante Wikileaks, Assange difundió más de 700 mil documentos secretos sobre las actividades diplomáticas y militares estadounidenses, en particular en Irak y Afganistán, y un video en el que se observa a soldados estadounidenses asesinando a civiles, dos periodistas entre ellos.
La justicia del país andino notificó de manera formal la nulidad de la carta de naturalización del australiano, en atención a una demanda de lesividad interpuesta por la cancillería.
Washington reclama a Londres la entrega de Julian Assange para juzgarle por un cargo de conspiración para infiltrar sistemas informáticos gubernamentales y supuestos delitos de obtención y difusión de información confidencial.