Los primeros movimientos ya ocurren, como siempre en política, en silencio. Sin hacer declaraciones altisonantes, varios caciques perredistas empezaron el operativo de presión para que Miguel Ángel Mancera se baje de la presidencial y se siente a negociar con Andrés Manuel López Obrador.
El planteo tiene un sentido lógico de supervivencia para la mayoría de los perredistas que tienen la aspiración de conservar el poder que todavía tienen en sus territorios. Poder que queda en una enorme encrucijada con la candidatura presidencial de Mancera, que en el mejor de los casos llega a un 10% de intención de voto en las encuestas.
¿Cómo retener las delegaciones, cómo no disminuir la presencia legislativa, si el candidato propio tiene al menos 20 puntos porcentuales menos que el adversario de izquierda que sí pelea por estos días su ingreso a Los Pinos?
“Los candidatos de Morena tendrán el respaldo de un López Obrador muy fuerte, nosotros iremos a la pelea con un presidencial muy débil. Sería una desventaja”, explicó a La Política Online uno de los tantos perredistas que intenta empujar una alianza PRD-Morena.
LPO pudo confirmar que varios diputados y delegados empezaron sus contactos con los liderazgos de Morena. Algunos de ellos incluso ya sellaron un pacto de no agresión, como el primer puente para que las negociaciones avancen. Monreal ya recibió a varios de estos caciques.
Pero en el entorno de Mancera hay dos grupos con posiciones muy encontradas. Su círculo más íntimo, en el que figuran los hermanos Serna y Héctor Serrano, quieren convencerlo de que todavía puede crecer en los sondeos. Que 10 puntos antes de empezar la carrera no están mal.
No todos coinciden. Ya hay voces que empiezan a unirse en contra de este planteo. El Oficial Mayor, Jorge Silva Morales y el Secretario de Finanzas, Édgar Amador, son algunos de los integrantes del Gabinete que piden iniciar una ruta de acercamiento con AMLO.
Los mismos sucede con aquellos que quieren pelear en sus distritos. Elizabeth Mateos, ex delegada de Iztacalco y actual diputada local por ese distrito, pide lo mismo en los pasillos de la Asamblea Legislativa.
Mauricio Toledo ya le habría marcado a Monreal para conversar, según pudo averiguar LPO. “La unidad de las izquierdas es necesaria. Y también viable”, respondió diplomático pero contundente medio Víctor Hugo Romo, que aspira a la Alcaldía de Miguel Hidalgo.
Mancera enfrenta por estos días un dilema crucial: seguir apostando por valorizar todo lo posible su 10% para que su eventual negociación con López Obrador -¿O Anaya?- le garanticen un puesto clave en el Gabinete post 2018. La Segob, la PGR e incluso la Fiscalía Anticorrupción son espacios que le gustan.
Pero en esa apuesta, el tiempo le puede jugar una mala pasada: que los hombres y mujeres que tienen territorio empiecen a cerrar desde abajo, desde las bases, con los emergentes Morena. Ese proceso ya parece haber comenzado.
Vía LPO