Ya hay una nueva estrategia. La vinculación con Hugo Chávez y el populismo de izquierda más radical del continente quedó atrás. Todo indica que ahora la campaña del PRI se centrará en las debilidades físicas de Andrés Manuel López Obrador.
El primero en mostrar la cartas fue Enrique Ochoa, en una entrevista televisiva. Dijo que esta será la tercera candidatura presidencial de López Obrador, “si su salud se lo permite”.Luego intentó explicar: “Su salud está en duda, hay información en donde se ve claramente cansado y disminuido durante las campañas. Sus problemas son su salud, las políticas de regreso al pasado en la campaña que el propone y su obsesión que tiene de mentira con el pueblo de México”.
Esta mañana, con pocos días de diferencia, la senadora del PRI y titular del organismo de mujeres de ese partido, Hilda Flores Escalera, volvió a usar el mismo argumento cuando le preguntaron por el líder de Morena.
“Está haciendo su trabajo, veremos si esta ocasión sigue participando porque tenemos dudas si en términos de salud podrá llegar a 2018”, dijo.
Y agregó: “Hemos visto que a lo largo de estos años ha venido recayendo en algunas ocasiones. Por eso digo que si su salud se lo permite, lo veremos ahí. Realmente no hemos conocido nunca su estado de salud a través de un parte médico, pero si su salud se lo permite, ya veremos qué opinamos sobre si participa o no”.
La insistencia sobre su salud tiene una explicación. Todos los analistas políticos saben que son pocas las “balas” que lastiman a AMLO. Después de muchos años en el centro de la escena política, el líder de Morena para inmunizado.
“¿Cómo creer que AMLO será un desastre en lo económico si el PRI no logró ese clima de negocios que prometió? ¿El PAN tampoco logró una sociedad segura, en orden y en paz, como promete? El argumento de que con López Obrador se viene el caos, ya no asusta a nadie”, explicó a LPO un empresario que prefirió el anonimato.
En esta oportunidad, el PRI prefiere tomar un dato más simple que el supuesto desembarco del socialismo-populismo en México. Opta en cambio por un dato objetivo: el propio López Obrador reconoció que cumple con una rutina saludable para evitar nuevas complicaciones tras el infatro en diciembre de 2013.
Esta mañana, con pocos días de diferencia, la senadora del PRI y titular del organismo de mujeres de ese partido, Hilda Flores Escalera, volvió a usar el mismo argumento cuando le preguntaron por el líder de Morena.
“Está haciendo su trabajo, veremos si esta ocasión sigue participando porque tenemos dudas si en términos de salud podrá llegar a 2018”, dijo.
Y agregó: “Hemos visto que a lo largo de estos años ha venido recayendo en algunas ocasiones. Por eso digo que si su salud se lo permite, lo veremos ahí. Realmente no hemos conocido nunca su estado de salud a través de un parte médico, pero si su salud se lo permite, ya veremos qué opinamos sobre si participa o no”.
La insistencia sobre su salud tiene una explicación. Todos los analistas políticos saben que son pocas las “balas” que lastiman a AMLO. Después de muchos años en el centro de la escena política, el líder de Morena para inmunizado.
“¿Cómo creer que AMLO será un desastre en lo económico si el PRI no logró ese clima de negocios que prometió? ¿El PAN tampoco logró una sociedad segura, en orden y en paz, como promete? El argumento de que con López Obrador se viene el caos, ya no asusta a nadie”, explicó a LPO un empresario que prefirió el anonimato.
En esta oportunidad, el PRI prefiere tomar un dato más simple que el supuesto desembarco del socialismo-populismo en México. Opta en cambio por un dato objetivo: el propio López Obrador reconoció que cumple con una rutina saludable para evitar nuevas complicaciones tras el infatro en diciembre de 2013.
Vía LPO