Se adelantaron los tiempos en el Partido de la Revolución Democrática (PRD); es uno de los primeros efectos que ha traído el destape del gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, quien anunció que iniciará una gira a nivel nacional. No hay vuelta atrás, dejará el Solio de Ocampo en búsqueda de aumentar el 6 por ciento que ostenta actualmente su instituto político, aunque existe el riesgo de que con él u otro candidato perredista este organismo político pierda el registro. Vale la pena resaltar la forma cómo logró maniobrar con las dos fuerzas predominantes en el PRD y cohesionarlos en un bloque que podría consolidar su proyecto de convertirlo en el abanderado presidencial y, en su momento, declinar por la izquierda o por la derecha.
Él aprovechó la decadencia de Nueva Izquierda (NI), que terminó cediendo a sus consejeros en el Comité Ejecutivo Nacional del sol azteca; esto le permitirá proponer a un candidato a modo a la dirigencia nacional perredista en el mes de septiembre. Al mismo tiempo, cedió la candidatura a la gubernatura del Estado de México a Juan Zepeda de Alternativa Democrática Nacional (ADN), incluso esta corriente podría crecer si al presidente estatal del PRD en Michoacán, Carlos Torres Piña, lo nombran candidato al Senado de la República.
En este sentido, resulta lógico que el diputado Jesús Zambrano Grijalva presione a la presidenta del nacional perredista, Alejandra Barrales Magdaleno, para que adelante la definición del candidato a la Presidencia de la Republica. No ha obtenido respuesta.
Al parecer y de forma momentánea, la suerte le sonríe al Silvano Aureoles. La destitución de Miguel Barbosa Huerta como coordinador de la bancada del PRD provocó que el senador Raúl Morón Orozco se quedara en su lugar y éste hiciera una alianza con el gobernador michoacano.
Sin embargo, Barrales Magdaleno impugnó el nombramiento de Morón Orozco y quiere imponer a la senadora Dolores Padierna Luna, de la corriente Izquierda Democrática Nacional (IDN), que todavía dirige René Bejarano. De esta manera han conformado un bloque a favor del Jefe de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, quien no descarta declinar a favor de Andrés Manuel López Obrador a cambio de que le permita imponer al candidato que lo sustituya que formaría un gobierno de coalición PRD-Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
El tercer bloque en discordia estaría encabezado por el senador Miguel Barbosa, quien ha iniciado una rebelión para que el sol azteca vaya con el Morena en el proceso electoral del 2018. El senador poblano emplazó a la presidenta nacional del PRD a definir una posición respecto a la política de alianzas; pues mientras algunos militantes son sancionados por expresar su apoyo a López Obrador, nada se dice respecto a quienes impulsan aliarse con Acción Nacional (PAN), como lo propuso el gobernador de Morelos, Graco Ramírez. El senador obtuvo la misma respuesta que Zambrano Grijalva, ninguna.
Los manceritas están intentado ganar tiempo y lograr reposicionarse, lanzarán la casa por la ventana, pero de nada les valdrá el esfuerzo; al parecer es demasiado tarde.
A López Obrador no parece satisfacerle ver debilitado a su antiguo instituto político, él es consciente de que en la campaña presidencial un tres por ciento (el cual podría sacar Silvano Aureoles), es la diferencia entre ganar y perder. El tabasqueño tendrá que reforzar su estrategia y ceder si no quiere quedarse con un segundo lugar.