La administración de Enrique Peña Nieto enfrentó diversos escándalos y señalamientos en materia de corrupción y de violación a derechos humanos, pero quizás uno de los grandes puntos de inflexión en su imagen fue el gasolinazo.
Las mediciones después de enero mostraron una imagen presidencial deteriorada en más de 10 puntos porcentuales, un salto que no se observa entre otras investigaciones. Hay que recordar que el anuncio del aumento de las gasolinas generó fuertes movilizaciones e incluso saqueos, en un recrudecimiento de la situación social.
Como sea, el enojo alcanzó a Peña Nieto en las encuestas y se volvió el foco principal de disgusto en contra su administración. En Los Pinos se ilusionaban con un fortalecimiento de la imagen presidencial tras su pelea con Donald Trump. El nacionalismo y el apoyo de otros líderes internacionales frente a las posturas radicales del magnate republicano podrían darle aire, decían sus asesores.
Pero de acuerdo a una encuesta que publica el diario El Universal, realizada durante la primera quincena de marzo, el efecto Trump sólo detuvo el desplome. El sondeo muestra una baja muy menor en la reprobación, que se mantiene en 73%. Es decir, sólo bajó un punto de su pico máximo de febrero.
Los números siguen siendo demoledores. Un 88% cree que los problemas ya rebasaron a Peña Nieto, mientras que un 74% piensa que México está yendo por mal camino. Los niveles de apoyo son bajos incluso entre priistas: sólo un 51% respalda a la gestión de su presidente, contra el 87% de apoyos en el tricolor que ostentaba en febrero de 2013.
De los encuestados, 21% consideró que lo peor que ha hecho hasta ahora Peña Nieto es el aumento al precio de las gasolinas, aunque un 16% seleccionó la opción de “todo” y el 13% piensa que las Reformas.
Y apenas un 6% consideró que su peor desempeño está en el combate a la delincuencia y al narcotráfico, en tanto que 2% consideró la opción del caso de Ayotzinapa y el tema de la militarización.
Entre lo mejor que la administración peñista ha hecho hasta ahora, el 54% optó por la opción de “nada” y tan solo un 14% consideró que apoyos y programas sociales. Las reformas solo tuvieron una aprobación del 3%.