Ricardo López // Colaborador
El lunes pasado la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CONASAMI), decidió de último momento no aumentar el salario mínimo en México; ¿el motivo?, la supuesta y posible alza e incrementos en productos.
El incremento al salario mínimo es, por derecho humano, justo y más que necesario, una dependencia gubernamental como ésta, carece de todo sentido común y criterio.
Fueron las mismas cámaras empresariales, como COPARMEX y agrupaciones de trabajadores quienes instaron a esta dependencia a continuar con el proceso para declarar un nuevo aumento al mínimo salarial.
Con toda la intensión de que la reunión del lunes pasado fracasara, la CONASAMI citó de último momento , sin dar tiempo a que el grueso de empresarios y representantes laboralistas llegaran a la sesión.
Los empresarios y grupos de trabajadores mexicanos han caído en cuenta que es un mito la supuesta alza o inflación que se genera “si suben los salarios”. El Tratado de Libre Comercio de América del Norte insta a México a que suba sus salarios, ya que esto genera el éxodo migratorio a los países vecinos, USA y Canadá.
Solo que hay “gato encerrado” para el sistema neoliberal mexicano: en el pasado debate se defendió descaradamente el flujo migratorio, pues representa una gran cantidad de ingreso de divisas, que superan el PIB nacional. Es muy posible que el mismo gobierno mexicano atente contra el progreso, pues prefiere tener fábricas de migrantes en vez de hacer a México productivo y bien pagado, eso no les conviene, pero a unos pocos!
La urgencia de que se tenga mayor poder adquisitivo para que todos puedan satisfacer necesidades, también es un punto importante contra la violencia, pues es por esta razón, la falta de trabajo bien pagado o la carencia de ello, que los jóvenes, adultos y desafortunadamente ya también las personas mayores, se convierten en rateros, asaltantes, ladrones…o hasta sicarios. El gobierno debe de actuar con justicia y más que nada, respetar el derecho humano de garantizar trabajo con buena paga. No nos creemos el cuento chino de que, por haber subido a 87 pesos el salario mínimo y hace unos meses, subió la gasolina y el dólar. Eso lo controla la especulación que permite el gobierno federal de manera desmedida, no hay pantalones bien fajados para poner orden….pero qué se puede esperar de ellos, si son socios y comparsa de los hambreadores del pueblo.
Hoy más que nunca, un cambio radical en el alto mando de la República, es más que necesario, el tejido social está más que roto, desgarrado.
Si los mismos patrones ven esta urgencia, es porque saben lo que viene y a ellos no les gustaría perder lo que con esfuerzo y mucho trabajo han logrado; los otros empresarios, los que quieren seguir pagando miserias, a esos no les importa, esta clase es la que fomenta la moderna esclavitud laboral, gracias a Calderón y Carlos Abascal, cuando movieron la Ley Federal de Trabajo.
