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OPINIÓN // SUTTEBAM: la punta de lanza en el Telebachillerato.

Por: Javier Lozano

El compromiso social y educativo que adquirió esta administración, siempre y sencillamente se ha ido diluyendo con el paso de los años; más allá de un discurso de coadyuvar en buscar soluciones a la clase trabajadora y tender puentes con las organizaciones sindicales, el gobierno estatal no le interesa en lo más mínimo mejorar la inserción de la sociedad para mejorar la calidad educativa. Una calidad, que ha estado al margen de una reforma educativa que no ha producido ningún cambio sustancial.

El carácter que han tomado las autoridades encargadas de las políticas educativas, ha sido muy pasivo; se han enfrascado la retórica que han entablado con el gobierno federal, pero no han cumplido los compromisos que han hecho con algunas instituciones educativas. Por lo menos, esa es la visión que se tiene y el sentir social de los distintos gremios que han salido a luchar a las calles para poder buscar canales de comunicación que fortalezcan una solución a sus demandas.

El siempre hecho de manifestarse, refleja la inoperancia de muchos funcionarios de la dependencia educativa; nos cuentan algunos trabajadores sindicalizados del trato inequitativo e inflexible que han tenido de su parte. Esta misma semana las CNTE protagonizo una serie de acciones por que aun arrastran pagos, bonos y prestaciones pendientes que fueron pactadas con el gobierno estatal; así mismo, el sindicato de la universidad tecnológica de Morelia, ha señalado el maltrato que ha recibido de su actual directora: Minerva Bautista, que incluso despidió a muchos trabajadores de forma injustificada.

De igual forma: el Sindicato Único de Trabajadores del Telebachillerato Michoacán (SUTTEBAM), se manifestaron para exigir algunos pendientes que vienen arrastrando desde hace algún tiempo, y el cual demandan, que las autoridades educativas no han tenido ni la mínima intención por solucionar cada uno de los puntos de acuerdo. Este tema si es un poco preocupante; la dirigencia del SUTTEBAM sustenta que el monto total de adeudo: haciende a más de 60 millones de pesos, que incluyen pagos de los servicios del IMSS, ISR y pagos de Infonavit, lo que ha imposibilitado que los trabajadores soliciten créditos de vivienda. La gravedad de este proceso, es que ha ido arrastrando la problemática de tal forma: que ha imposibilitado que este subsistema despegue en su totalidad.

El SUTTEBAM a lo largo de los años, ha mantenido una lucha constante por las legítimas demandas; entre ellas, el rescate de algunas instituciones que pretendían desaparecer en administraciones pasadas; así mismo pagos de quincenas en tiempo y forma; respeto al contrato colectivo de trabajo, y prestaciones que marca la ley. De por si este subsistema, opera con un ahogado presupuesto que fue etiquetado por el congreso, lo que ha impedido que se le inyecte lo necesario para enriquecer su estructura.

Reconocer el derecho fundamental de la educación, es inamovible; pero pretender truncar la educación de muchos estudiantes cuando un gobierno no apuesta al tema, es desafortunadamente muy lamentable, y carece de un grado de sensibilidad. Ese es el punto central de esta columna, poder penetrar en las autoridades educativas, y mencionarles que nuestro estado de Michoacán caminara por buen puerto cuando: le apuesten más al tema educativo; es desafortunado ver la incertidumbre que tienen muchos subsistemas educativos, sobre todo el Telebachillerato Michoacán, una institución que ha venido acrecentando su matrícula por la oportunidad de miles de jóvenes de las localidades más lejanas, y que tienen el deseo como muchos: de acceder al mundo de las oportunidades del conocimiento; de que se les brinde la entrada a los recursos y a las herramientas para encaminarlos a la educación superior, y puedan encontrar la ruta del saber a través de su profesionalización. El Telebachillerato constituye en los hechos, ese trampolín para que los adolescentes tengan ese primer acercamiento al mundo educativo y laboral a través de una formación de los distintos campos del conocimiento; es por ello, que las obligaciones del estado, se ha crecentan en las medidas de las demandas y carencias de estos campos educativos.

Actualmente el papel que desenvuelve el SUTTEBAM, llama mucho la atención; es verdaderamente significativo que los docentes defiendan esas comunidades que desafortunadamente viven en condiciones muy precarias; a ellas, el gobierno estatal hubiera de apostarles toda la ayuda posible; a esa juventud, hay que inyectarle el compromiso social y político de la administración estatal. No es el siempre hecho de pagarle a un docente para que realice las tareas y realice una función polivalente; el estado, es que está obligado a promover y dotar de insumos que requiere la institución; a buscar las herramientas y mecanismos que distribuyan equitativamente la democratización de la educación con otros subsistemas.

Hay una necesidad enorme; ese ha sido una de las principales demandas de la sociedad Michoacana; la educación en nuestro estado no camina; pero no marcha por que los docentes sean inoperantes en sus funciones, sino por la falta de atención a las demandas que exigen cada uno de los niveles educativos y modalidades de nuestro sistema educativo estatal. Queda en el entendido, que a veces las prioridades son otras; que se crean cortinas donde la lingüística no acerca ni lo más mínimo que se requiere para que la educación sea la punta de lanza en Michoacán.

Este ha sido el epilogo de una educación en Michoacán, que se ha ido estancando por que no han roto esos obstáculos que permitan que el acceso a la educación mejore; pero para que esas brechas rompan el paradigma que existe, la responsabilidad educativa, he incluso política debe interferir para garantizar un ejercicio educativo avance a pasos agigantados.

El Telebachillerato merece una mención especial; porque es una institución que llego para brindar una esperanza a muchos jóvenes en las localidades más lejanas; por ello, obligan a la autoridad estatal a impulsar toda la ayuda posible que requieren estos campos educativos, y sobre todo, el personal que labora incluso en condiciones lamentables. Por lo anterior, son muy importantes los esfuerzos que sumen la autoridad estatal, la dirección general y sobre todo el SUTTEBAM, que permita encontrar la dirección que sume el esfuerzo y la voluntad por mejorar este subsistema. Se debe supeditar esa mala orientación que existe; se debe de anteponer siempre a los estudiantes como el centro de ese impulso educativo que deben brindar las instituciones encargadas de la materia educativa. Hay que recordar que la educación debe ser formativa, continua e integral. En el caso del subsistema del Telebachillerato es preciso aclarar que la gestión, liderazgo y proactividad de muchos docentes del SUTTEBAM, han permitido que se gestionen muchos espacios donde los estudiantes puedan tener acceso un ambiente educativo acorde a las necesidades; como: material, infraestructura y el vínculo con las autoridades municipales, quienes han tenido una participación activa en este desempeño.

Por ello, la educación debe entrar en un terreno incluyente; y más aún, cuando se trata de localidades que han estado marginadas por el olvido y el progreso social; ellas tienen esa necesidad de que su juventud tenga una permanente educación de calidad; a través de los servicios más indispensables; por ello, el gobierno estatal y federal, debe mirar al Telebachillerato como una integración al campo educativo superior, pero también al laboral. Este subsistema ha demostrado su potencial docente y pedagógico; derivado de esto, esta institución no deben tener más carencias ni necesidades; el TEBAM no debe ser excluyente; por el contrario, debe constituir: una plataforma institucional que atienda una educación equitativa para los jóvenes de las localidades; y un núcleo de integración al mundo del saber, de los valores, habilidades y actitudes. Esto lo hacen los docentes y el SUTTEBAM; la dirección no.

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