Raúl López Téllez
La mala administración es la causa de la crisis financiera en la Universidad Michoacana, consideró Heliodoro Gil Corona, director de Proyectos Estratégicos del Colegio de Economistas del Estado (CEEM).
“No han hecho su chamba”, dijo sobre las autoridades; no “han sido creativas” para administrar las carencias y buscar nuevas vías de financiamiento.
La Casa de Hidalgo enfrenta un déficit operacional de 996 millones de pesos para cerrar el año, con recursos disponibles solo hasta el mes de septiembre y un presupuesto real asignado de 2 mil 800 millones de pesos, de los cuales mil 900 millones provienen de la federación y 900 millones del gobierno estatal.
El analista estimó que enfrentar el déficit que enfrentan las finanzas en la institución requiere de “una cirugía a corazón abierto”, al señalar que en las últimas administraciones no se han tomado las medidas adecuadas. La acreditación de las carreras, a su juicio, “significa que se está trabajando en lo académico, pero en la parte operativa se hace muy poco y las áreas financieras no han hecho su chamba, han nadado de muertito, no han tomado decisiones de política racional, contundente, para disminuir drásticamente el déficit, y evidentemente no hay argumentos para decir, ´estoy haciendo mi chamba y requiero apoyo extraordinario´, pero cómo, si no se está trabajando”, consideró.
En cuanto a los impactos económicos, señaló que alrededor de 49 mil estudiantes y 8 mil trabajadores, son consumidores “y por lo tanto derrama económica”, como un importante factor “para que se laxe o permea a la economía local; la falta de recursos de la Universidad Michoacana pone en posible riesgo de que nuevamente el gobierno estatal padezca de la falta de pagos y desatar a final de cuentas que el crecimiento de este año previsto de 0.4 por ciento, se convierta en una tasa de cero o tasa negativa, ese es el riesgo”.
Gil Corona estableció que las crisis que enfrentan once universidades públicas a nivel nacional, “dependen mucho de las decisiones de carácter interno; buena parte de los déficits operativos en las universidades, incluyendo a la Michoacana, obedecen a la mala administración de los recursos”. Pensiones y jubilaciones no es el “único problema” de la UM, acota: “el problema es que se administró mal y se sigue administrando mal; no queremos entender que si no hacemos una cirugía a corazón abierto, para generar un modelo diferente, eficiente, con capacidad operativa, funcional, que esa eficiencia le dé sustento a la parte académica”.
Ni el gobierno estatal como la federación serán puntales en las actuales circunstancias para aportar fondos extraordinarios a la Casa de Hidalgo, debido a las limitantes en recursos que enfrentan ambos niveles, dijo. La institución deberá enfrentar un “estirón muy complicado” dijo, para estabilizar sus finanzas al tener un “acuerdo condicionado” con la federación para obtener recursos.