Héctor Tapia
Ante la reunión que sostuvo la Secretaría de Gobernación del gobierno federal con grupos de autodefensas o grupos de civiles armados, como parte de la “pacificación” que ha referido el gobierno de la república, y que ha generado críticas y que podría llevar a comparecer a Olga Sánchez Cordero al Congreso de la Unión para que defina si son grupos armados de la delincuencia, el gobernador michoacano, Silvano Aureoles Conejo, dijo que si bien “es respetuoso” de las estrategias, no las comparte, porque esta medida sólo empoderaría a la delincuencia organizada.
A pregunta expresa ejemplificó lo que pasó en el periodo en que estuvo como Comisionado de Seguridad en la entidad Alfredo Castillo, periodo en el que se desarticuló a Los Caballeros Templaros, pero que fortalecieron otros grupos delincuenciales como Los Viagras.
“Respeto la determinación del Gobierno Federal de implementar su estrategia, sólo que a mi me preocupa que andemos premiando a delincuentes”, explicó.
Detalló que en el 2014 Alfredo Castillo “se trajo a muchos (civiles armados) para legalizarlos e institucionalizarlos para que dejaran de ser delincuentes aprovecharon esa condición para delinquir más, para empoderarse”.
El mandatario michoacano refirió que los llamados autodefensas, “casi todos, con raras excepciones, todos son malos”, y aunque dijo que “las razones que les dan origen no se discuten, traen un alto contenido delincuencial, está demostrado”.
Silvano Aureoles dijo que Alfredo Castillo, “en su misión de desarticular a los Templarios agarró de todos lados, de Los Viagras, y sí desarticuló a los Templarios, pero empoderó a otros”.
De esta forma, el gobernador dijo que “en Michoacán no hay autodefensas, hay líderes que se hacen llamar así que son delincuentes, que tienen hasta ordenes de aprehensión”.
Aseguró que le “duele que a los que ultrajaron a los soldados de México (en La Huacana), los premien, porque viene el subsecretario Peralta a darle dinero a los delincuentes”.