Por Mario Ensástiga Santiago
26 de agosto de 2019
No hay la menor duda de que después del cardenismo de 1934 a 1940, es justo ahora en esta nueva etapa de la vida del país, denominada de la 4t, cuando más condiciones hay para hacer las grandes transformaciones que el país necesita de hace rato, pese a todo, todavía buena parte de la sociedad, ciertamente con altibajos y dudas en algunas temáticas, el apoyo a las políticas públicas del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, es evidente, eso lo vamos a poder valorar y resignificar frente al primer informe de gobierno.
Entiendo los razonamientos e intereses de los detractores de la 4t, que no quieren o no alcanzan a dimensionar las extraordinarias posibilidades de un nuevo régimen social, económicos y político, a pesar de los permanentes embates y obstáculos que las fuerzas neoliberales y conservadoras le han puesto y argumentan a cada rato, además de los errores propios, como quiera que sea no han logrado minar significativamente el respaldo ciudadano al gobierno lópezobradorista.
El escenario general de la actual transición, constituye la confrontación de dos grandes campos de fuerzas sociales, económicas, políticas y culturales, al interior de cada una de ellas, se observan las más variadas expresiones de la sociedad, por una parte, la derecha neoliberal y fuerzas conservadoras, por la otra, las más diversas organizaciones progresistas y de izquierda, nada nuevo, en lo general esa es la dinámica de la historia
El 2021 serán las elecciones intermedias más importantes que hayamos vivido hasta ahora, son muchas las razones y lo que estará en juego, se ratificará el fortalecimiento y consolidación de la 4t o será un viraje en otro sentido, en mi opinión sería muy lamentable que fuera hacia el fortalecimiento de los grupos y expresiones anclados al viejo régimen político y económico neoliberal.
En el ámbito de los partidos políticos, se conoce que hay intentos de nuevos agrupamientos y alianzas electorales, el PRI, PAN y PRD, están inmersos en procesos internos por cierto con serias dificultades, los objetivos son muy claros, definir las estrategias para recuperar los espacios que abrumadoramente Morena les gano en los comicios del 2018, y construir un contrapeso político a Morena, al lópezobradorismo y a la 4t.
Particularmente en el campo de las fuerzas sociales, civiles, políticas, progresistas y de izquierda, incluyendo a Morena como partido político en ciernes, ha entrado de lleno a la contienda interna para definir en noviembre próximo, los nuevos liderazgos con los que deben contar a nivel nacional en los estados y municipios; en lo general hay un interesante movimiento de nuevos actores sociales, civiles, políticos y previsiblemente electorales, llama la atención la dinámica de las organizaciones populares del campo, de mujeres, de indígenas y del mundo laboral; es perceptible que en ese amplio abanico de organizaciones hay un posicionamiento claramente diferenciador en relación a la 4t, al lópezobradorismo y Morena, tres cuestiones que hay que caracterizar claramente porque todo indica que no son lo mismo, aún cuando así lo parece o debiera serlo, sería bueno hablar de estos asuntos en otro momento.
Por ahora, me parece interesante comentar que hay un proceso de construcción de un nuevo partido político, hasta ahora ha sido denominado Partido Amplio de Izquierda Social (PAÍS), el viernes pasado estuvo en Morelia, Camilo Valenzuela Fierro, militante de la vieja izquierda mexicana que vino a exponer los razonamientos políticos por los cuales es necesario impulsar un nuevo partido en México, que ocupe el espacio que históricamente debe ocupar la izquierda en el tablero de la política nacional, espacio que actualmente se encuentra vacío.
Por suerte tuve oportunidad de acudir no sólo para saludar a Camilo, respetado y estimado compañero, el proyecto de nuevo partido tienen sentido y razón de fondo, no es a diferencia de lo que andan haciendo otros partidos políticos en sus intentos de recomposición, que no tiene otras miras que las electorales al 2021 y de contrapeso a a AMLO, por consecuencia a la 4t y Morena.
El PAIS puede ser una verdadera alternativa y recuperación de muchas experiencias, voluntades y utopías de la izquierda social, política patriótica y democrático popular que este país necesita, ciertamente en razón de los nuevos tiempos, escenarios, retos y desafíos que este siglo XXI tan complejo, contradictorio e inhumano nos impone.
El proceso ha iniciado en Morelia, se ha conformado un grupo promotor para el análisis y divulgación del proyecto, en ese contexto es clara la necesidad de un nuevo proyecto político con esas características, su construcción y fortalecimiento estará en función de que la 4t vaya mucho más allá de lo que hasta ahora se ha planteado, para que no haya retrocesos se requiere construir de una nueva mayoría democrático popular y patriótica, desde la mirada, acción social y política, de una izquierda actualizada, moderna, democrática, de cara a los retos y desafíos para no permitir que la derecha y sus aliados supuestamente de izquierda impidan el avance de la 4t.
