América Juárez Navarro
Morelia, Mich., Ni el Ejército ni la Marina se han utilizado ni se utilizarán para reprimir al pueblo. Se terminó la guerra de exterminio contra la llamada delincuencia organizada. Ya no se permiten redadas ni masacres, ni se permite la desaparición de personas. El Estado ha dejado de ser el principal violador de los derechos humanos, afirmó el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador en el Primer Informe de Gobierno.
Al hablar del tema de seguridad, insistió en que pretensión de resolver la inseguridad y la violencia delictiva mediante acciones de fuerza militar y policial, el resultado fue catastrófico y esa estrategia dejó un saldo pavoroso de muertos, desaparecidos, lesionados y una crisis de derechos humanos, una descomposición institucional sin precedentes y un gravísimo daño al tejido social.
“Todavía padecemos de inseguridad y de violencia, considero que por la mala estrategia que se aplicó desde el principio”, justificó, al agradecer el apoyo y la lealtad de las Fuerzas Armadas, que dijo han aceptado el desafío de garantizar la seguridad pública sin violar los derechos humanos, con el uso regulado, adecuado de la fuerza.
Habló también sobre el combate al robo de combustible, llamado coloquialmente huachicol. “Este ilícito consiste en perforar ductos e instalar tomas clandestinas para extraer grandes cantidades de combustibles; existían miles de esas tomas clandestinas, al grado de que este ilícito se convirtió en un jugoso negocio para delincuentes y funcionarios”.
En este tenor, expresó que la violencia engendra más violencia, y tomando en cuenta el justificado reclamo ciudadano por la inseguridad, el actual gobierno decidió cambiar las medidas de guerra por una política integral, de justicia, paz y seguridad ciudadana, y entre las medidas enumero creación de mejores condiciones de vida y de trabajo para atender las causas que originan la violencia, es decir, lo principal es que haya empleos, buenos salarios, bienestar y se garantice a los jóvenes el derecho a la educación y al trabajo.
La regeneración ética de las instituciones y de la sociedad, además informó que ya se tiene un mando único coordinado en materia de seguridad pública, sesiona diariamente de lunes a viernes de seis a siete de la mañana aquí, en Palacio Nacional, a la vez se réplica a escala estatal y regional con la participación de representantes del gobierno federal y de los ejecutivos estatales.
Agradeció la coordinación, el gran apoyo de los gobernadores de todos los estados de la República. “No tenemos diferencias en este tema, en esta materia, estamos trabajando unidos los gobiernos estatales y el gobierno federal. No hay motivo para divisiones, mucho menos cuando se trata de garantizar la seguridad del pueblo”, dijo.
Finalmente expuso que una vez creada la Guardia Nacional, se han desplegado 58 mil 600 elementos de esta nueva institución, que actúan en 150 coordinaciones territoriales del país, aunque la meta es llegar a 140 mil elementos en 266 coordinaciones en todas las regiones de México y añadió que la nueva estrategia en materia de seguridad pública ha consistido también en no tolerar la tortura, ni ninguna otra violación a los derechos humanos.