Raúl López Téllez
Con efectos para Michoacán, el país registra una pérdida de 225 mil empleos desde enero a julio se registró como efecto de la desaceleración en la generación del empleo formal, un estancamiento económico que implica un retroceso de seis años, con ocho de cada diez personas que perdieron su empleo y un efecto perceptible en 24 entidades que impactará en una sensible reducción del crecimiento económico para México” que varias calificadoras y el propio Banco de México estiman en 0.5 por ciento.
En un informe, “Mermado mercado laboral formal”, elaborado por el Colegio de Economistas del Estado (CEEM), se indica que como causas de esta situación se encuentran la economía recesiva a nivel mundial y que se espera se profundice al crecer la pugna comercial entre los Estados Unidos de Norteamérica y China, la caída de la economía en Alemania, una de las potencias más fuertes en la Unión Europea, al igual que las crisis en Argentina, Venezuela y Turquía, como los principales elementos de impacto.
Heliodoro Gil Corona, coordinador de Proyectos Estratégicos del CEEM, señaló que respecto al 2018 que tuvo “un balance positivo pero modesto”, en los primeros seis meses de este 2019 la economía mexicana experimenta claros síntomas de contracción, “donde el Producto Interno Bruto creció marginalmente en términos anuales 0.2 por ciento en valores originales y el empleo formal de enero a julio bajó 42.3 por ciento”.
En este periodo, indicé el especialista, aunque la paridad cambiaria peso-dólar se mantuvo estable en el primer semestre, el peso muestra efectos adversos en julio y agosto por el fantasma de la recesión mundial”.
En suma, de acuerdo con el análisis, “el desplome de los puestos de trabajo formales fue global en los estados en el periodo enero-julio, consecuencia del estancamiento económico observado en el país. En los primeros 7 meses del año se perdieron 224 mil 775 plazas, bajaron de 530 mil 789 a 306 mil 014 nuevos puestos laborales de 2018 a 2019, lo que significa una reducción de 42.3 por ciento” a nivel nacional.
En el caso de Michoacán, Gil Corona reiteró las causas de un marcado crecimiento a la baja desde finales del año anterior, con una mínima inversión en obra pública estatal en inversión extranjera directa, además de una desaceleración en la captación de remesas, respecto al mismo periodo del 2018.
“Michoacán es uno de esos estados vinculado a lo robusto del mercado mexicano, que en condiciones de debilidad se convierte en un fuerte factor que contribuye en mucho a agudizar sus graves problemas económicos y sociales”, por lo el desempeño de las principales variables económicas, “se estima redunden en una reducción de las oportunidades de trabajo formal en la entidad y como efecto la contracción del mercado interno y un menor crecimiento de la economía estatal, lo que impacta en las estimaciones de indicadores que al momento prevén, “un crecimiento próximo al 0.7 por ciento, exportaciones industriales que en promedio rondarán los mil 500 millones de dólares, inversión extranjera directa que en promedio sumará los 280 millones de dólares, un déficit presupuestal en 5 mil 2000 millones de pesos y una inversión productiva que seguirá siendo marginal en el estado debido a la presión de liquidez y al alto costo de financiamiento de la deuda directa de corto y largo plazos”.
