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CRÓNICA / Rector, “pase usted a la historia…”

Raúl López Téllez
“Pase usted a la historia como aquel que se opuso a los neoliberales”, le dice un trabajador al rector Raúl Cárdenas Navarro. Alude el sindicalista a Eli de Gortari, a los tiempos del gobernador Agustín Arriaga Rivera y cuando se cerró la Universidad Michoacana por la intervención del Ejército.
Tiempos difíciles, continúa el trabajador, de pie ante el estrado principal del salón de sesiones del Consejo Universitario, desde el que Cárdenas Navarro no lo deje de ver con el rostro serio. Tiempos duros y no desapareció la UM, su comunidad resistió y ahora es tiempo de “empujar juntos”, dice quien se manifiesta adicto al Tratado de Lógica, manual clásico obra de aquel rector.
El escenario es la reunión entre la Rectoría y los integrantes del Sindicato Único de Empleados (SUEUM). El tema, manifestarse en contra de la propuesta de reforma al Régimen de Pensiones y Jubilaciones planteada por la Rectoría, como parte de los cinco puntos a que se comprometió cumplir la UM desde diciembre del 2018, por lo que otro actor traído al foro es el anterior rector, Medardo Serna González, quien firmó los compromisos a cambio de 500 millones de pesos como apoyo extraordinario.
La reunión inició a las 11:00 horas de este jueves. Son las 14:30 horas y uno tras otro, los agremiados arrecian en sus críticas que, además de centrarse en el rechazo a la reforma a Pensiones, se enfocan en la “excesiva” contratación de personal de confianza, lo que dejó Serna, la “estafa maestra” y sus empresas “fantasmas”, hasta dos que tres coscorrones al presidente de la 4T, Andrés Manuel López Obrador: “Nos quieren aplicar lo que quiso el neoliberalismo, acabar con los contratos colectivos… los trabajadores no vamos a pagar sus arreglos leoninos”.
Ya antes hablaron el rector, el tesorero Rodrigo Gómez Monge, el secretario general Pedro Mata Vázquez. Ahora el micrófono lo acaparan los empleados que lidera Eduardo Tena Flores, quien fiel a sus usos y costumbres, fuma sin pudor alguno en el recinto y quien en alguna de sus intervenciones señaló que se oponen a la reforma, “aunque venga de un Manuel Andrés López Obrador”.
El Sancho
“Le dicen el Sancho, todos hablan de él pero nadie lo ha visto”, refirió un empleado respecto al fenómeno de presuntas contrataciones irregulares por parte de directivos en el Departamento de Planeación.
Habla de presuntos aviadores, gentes a las que, como dice, nadie ve aunque se sabe que cobran. En Planeación, dice, “hay cinco jefes y cinco empleados; sobran tres jefes porque no tienen a quien dar órdenes”, señala. “Con un sueldo de eso jefes pueden pagar la renta del local que ocupan”, le agrega al asunto.
Dice que la actual Rectoría ha propiciado la contratación de personal de confianza, cuando se supone que uno de los compromisos con la federación alude a la contención en la contratación de personal. “Acaba de salir el director de Ingeniería Mecánica de su cargo y ya está ahí, como jefe”.
“¿Por qué ellos sí y nosotros no?”, alude con una pregunta otro trabajador sobre la atribución que toman los directores de unidades como Asuntos Estudiantiles, donde afirma, es donde hay más contrataciones irregulares, al margen la atribución que les concede las cláusulas 52 y 73 del Contrato Colectivo, para participar en la selección de personal.
Desconfianzas
“Hay desconfianza a las autoridades, se la han ganado a pulso”, dice otro trabajador que al inicio de su intervención afirmó que había esperanza en un cambio a partir de enero, cuando tomó posesión Cárdenas Navarro. “Este rector es igual… finalmente a todos nos va a llevar…”, dice entre enojado y desanimado.
“¿Qué van a hacer con los defraudadores?, no quieren si siquiera dar sus nombres”, dice otro para pasar al tema Serna González, de quien se sueltan las historias: “A su cuñado, lo hizo chofer y ahí está en la oficina de la calle Allende”, al igual que su entonces jefe de Prensa, “dejó a su esposa de planta”.
Al tema abona el propio líder Eduardo Tena Flores, quien además de cuestionar quien autorizó a Serna Gonzáles a firmar los compromisos aquel 21 de diciembre, dice que “creó 20 direcciones con una presunta reforma administrativa, lo que hizo más problemas”.
Del 2013 a la fecha, se han registrado 260 jubilaciones cuyos puestos no han sido reemplazados. “¿Dónde están? ¿Qué hacen con esos plazas?”, cuestionaría Moisés Mendoza Campos, responsable de Organización en el gremio. “Nos roban, bueno no es la palabra, nos quitan los escalafones que ya ganamos, las plazas que tanto nos costaron”, apuntala Tena.
Llanto y suplica
Una empleada, representante de las cocineras, reprocha que desde hace seis años hay personal laborando en el área que atiende a los moradores de las casas del estudiante, sin cobrar salario ni tiene prestaciones. “Hay mujeres que del trabajo se han ido a parir, porque no cuentan con sevcio médico y menos un periodo prenatal”. Llora y desde el estrado el rostro del rector no hace sino observarla con atención.
Alude a la humanidad y a la preparación de los que ocupan el estrado. “Es un crimen dejar a un mexicano sin su sustento diario”, dice quien pide que le hagan caso, “aunque no tenga palabras bonitas ni rebuscadas”. El equipo del rector observa y oye, entre ellas Silvia Hernández Capi, la secretaria administrativa a quien le corresponde el reclamo.
“¿Dónde estarán ahora las garantías individuales?”, dice entre sollozos mientras narra y narra la condición de familiares de jubilados que asumieron los puestos, a cuya contratación no está comprometida la Universidad porque no hay presupuesto para ello, explica Hernández Capi.
Ofrecer las nalgas gratis
Moisés Mendoza Campos, secretario de Organización, al igual que otros de sus compañeros, arremete contra el Sindicato de Trabajadores (STUMICH), conformación creada a partir de la expulsión de algo así como 300 trabajadores del SUEUM, por impugnar otro triunfo más de Tena en los 22 años que lleva a la cabeza del gremio.
“Anda ofreciendo las nalgas y no siquiera se las piden”, se pone extremo Mendoza, al dibujar como otros ya lo han hecho, el presunto favoritismo de la Rectoría a sus enemigos en las lides sindicales.
“Si nos peleamos, esto se lo va a llevar el carajo”, dice, al momento que plantea una “alianza política” que se base, dice, “en la confianza”, para ir juntos, como lo hicieron en su momento con el impugnado Serna González, para pelear por más presupuesto y cubrir el resto de compromisos, pero en el tema de Pensiones, señala, “no va a ser mediante la modificación del Contrato Colectivo de Trabajo”.

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