Por Christián Gutiérrez.
Lo dije hace mucho tiempo: el Gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, es un animal político y no está muerto, electoralmente hablando.
Recién rindió su Cuarto Informe de Gobierno y mostró el colmillo político que tiene después de varias contiendas políticas y electorales en su camino. Esto lo digo desde la experiencia, que me dio ser el Secretario Auxiliar Adjunto de dos gobernadores de Michoacán; nadie, que haya llegado a esa silla, lo hizo por casualidad o suerte. Estoy seguro, por lo que vi, escuché y razoné en el despacho del Gobernador de Palacio de Gobierno, hace algún tiempo, que se necesita un halo y una astucia muy especial para lograr sentarse en el Solio de Ocampo, por lo tanto, sigo pensando que los exgobernadores y el Gobernador actual son políticos demasiado astutos.
¿Y por qué el título de esta columna? Muy sencillo. El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, es un político con un discurso y una narrativa muy rica en el concepto de la democracia; prácticamente todo lo que hace -asegura-, lo hace con el deseo de reforzar la democracia mexicana. El asunto, es que en lo hechos dejó pasar una gran oportunidad. En su Primer Informe de Gobierno, no dio la cara ante el Congreso de la Unión y eso, es de todo, menos hacer vivir la democracia como forma de gobierno. Este evento, era una magnífica oportunidad para mostrarse, no solo a favor de la democracia, sino para mostrarse demócrata; el primero, gusta del discurso democrático, la teoría y la doctrina de la democracia; la segunda figura, la procura, la hace vivir.
Por su parte, el Gobernador Silvano Aureoles, en realidad habla poco en el marco de la teoría democrática -lo cual podría mejorar-, pero a diferencia del Presidente López Obrador, en su Cuarto Informe de Gobierno, decidió apersonarse en el Palacio del Poder Legislativo de Michoacán, para escuchar a los legisladores, brindar un mensaje político a los michoacanos e intentar cambiar el formato que le había impedido estar en Palacio Legislativo, rindiendo cuentas.
El fenómeno de apersonarse, tiene luces y sombras. Las luces, se le acomodaron al Gobernador, porque las sombras se quedaron del lado de los legisladores inexpertos del MORENA, que tiraron a la basura la gran oportunidad de provocar un debate de nivel contra el Gobernador.
La Coordinadora de los diputados locales del MORENA, Teresa López, tiró por la borda su discurso y el mensaje que dio en tribuna. Con una lectura enredada y dobleteando el tiempo aprobado para discursar (7 minutos), terminó atropellándose y colocando en la mente de las personas nada de su mensaje. En realidad el error no fue de ella, fue de sus asesores, y su área de oportunidad está precisamente ahí: capacitación en oratoria y retórica política.
Por su parte, el Presidente de la Cámara del Poder Legislativo de Michoacán, el morenista Antonio Madriz, también tuvo la oportunidad de abordar la tribuna parlamentaria al final, y por segunda ocasión tiraron todo a la basura los del MORENA. La obligación legal del Presidente del Congreso es representar a los 40 diputados y al Poder Legislativo, y su discurso lo dedicó a defender a los profesores del magisterio y a golpetear al Gobernador, metiendo en un severo lío al Poder Legislativo, porque aún hoy se discute si le inician o no juicio político, para quitarle la posición de Presidente del Congreso. Un demócrata, no hace eso.
Por el momento, estos dos diputados del MORENA no logran comprender que su función debería girar en torno a realizar un trabajo a favor de los michoacanos y no a favor del Presidente, o del Gobernador o de su Partido Político.
Por último, dos cosas más del marketing político del Gobernador: 1.- El silbido en sus spots, me parece genial, desde la óptica del neuro-marketing político, el cual indica que, estimular el sentido del oído en los escuchas, es muy poderoso para aterrizar el mensaje deseado.
Por otro lado, la comunicación para este evento, fue notoria y acorde al evento; el slogan #SeguirteEscuchando, se mostró con el formato que adoptó el Gobernador y eso, facilitó su comunicación, la cual por cierto, tiene elementos simples que deben ser considerados para hacer una comunicación más efectiva: la comunicación debe ser constante y consistente. Si dicen que escucharán y van al Congreso a escuchar, cumplen con la “promesa de venta”, diría el marketing clásico.
En lo que sí termino por reprobar al Gobernador, es en el tiempo que utilizó para dar su discurso; Una hora y cuarenta minutos es una exageración, que en ningún taller de oratoria de Europa, E.U.A. y en algunos países sudamericanos se ofrece. Veinte minutos -como máximo; sugiero 18 minutos-, es un tiempo suficiente para aterrizar un muy buen mensaje, si consideramos que el mensaje no solo es la comunicación verbal del orador. Un buen mensaje, implica buena comunicación verbal, paraverbal, no verbal, el escenario, las luces, la vestimenta, el sonido, la oratoria, la retórica, el postmensaje, el comunicado de prensa, las cuñas radiales y spots televisivos, entre otros elementos.
En este rubro, sin duda le falta a los gobernantes mexicanos: comprender que la comunicación de hoy, implica quitarse miedos y saber que “menos es más”. Hablar menos, pero hablar mejor, para hacer más efectiva la comunicación.
Para próximos eventos en el marco del Cuarto Informe de Gobierno de Silvano Aureoles, sería interesante verlo en debates, tal cual lo lee: debates, con distintos sectores producticos del Estado.
Riesgos así y eventos de este calibre democrático, me parece que le seguirían afilando los colmillos y lo mostraría demócrata y no solo a favor de la democracia. Veremos.
* El autor, tiene estudios de
doctorado en Política, de maestría en Ciencia Política, de maestría en
Neuromarketing, licenciatura en Derecho y diplomado en Marketing Político.
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