Héctor Tapia
Uno de los 27 aspirantes a presidir la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) es el investigador de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Jean Cadet Odimba Onétambalako Wtshokonda, quien tras detallar parte del proyecto que presentó a la hora de registrarse como postulante, en el diagnóstico que tiene sobre la situación que guarda la defensa de los derechos humanos, dijo que una de las complicaciones que enfrenta el organismo es que con los cambios de gobiernos cambian constantemente también los funcionarios, y esto impacta a su vez en la capacitación y profesionalización.
Dijo que espera que e Congreso del Estado elija, de entre los perfiles que se registraron, a una persona que tenga experiencia en materia la materia.
En lo que a él respecta, dijo que su proyecto es ciudadano, con el respaldo de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo; “hemos tenido contacto con el rector de la Universidad, que tuvo a bien dar visto bueno al proyecto que vamos a encabezar, tenemos su venia”.
Aseveró que el proyecto está vinculado a sectores, partiendo de la sociedad civil, la cual consideró actualmente “está huérfana, se ha sentido por la CEDH y por los legisladores de que no les toman en cuenta a la hora de elegir o seleccionar al ombudsman.
El proyecto es reducir las violaciones a los derechos humanos en Michoacán, con las 80 acciones contempladas en el proyecto, “previsto con una ruta muy clara que está en el proyecto presentado, y decimos que la primera etapa será un mes de capacitación dentro de la misma Comisión, para preparar a los mismos funcionarios del organismo”.
La CEDH debe fungir como un órgano de coordinación, que coordine a la sociedad civil, organizaciones, escuelas, la administración estatal, el Congreso para conjugar esfuerzos y de una manera ordenada podamos llegar a establecer reglas claras de cómo un servidor público debe atender a los ciudadanos y evitar que el servidor publico violente los derechos humanos a partir del desconocimiento”, enfatizó.
Jean Cadet refirió que él llego a Michoacán hace 15 años, cuando trabajaba para la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, donde era Jefe de Departamento de Capacitación Continua, dando diplomados en la facultad de derecho.
“En Michoacán la deficiencia más grande que hemos tenido es la volatilidad de los servidores públicos, desde hace 15 años cada que venía cambiaban los funcionarios”, no eran los mismos, eran designados otros, y esto afecta la continuidad de los trabajos.
Refirió que tampoco se ha tenido un ombudsman que tenga formación en derechos humanos.
“Tengo la confianza de que en esta ocasión el congreso hará un esfuerzo de nombrar a alguien que tenga una formación sólida y visión y sensibilidad, la capacidad, e independencia, frente a la dependencias del estado para que una vez por todas se de la transformación que se ha prometido se dé a partir de la protección de los derechos humanos”, explicó.
El Ombudsman, aseveró, “no debe obedecer a cuotas, no soy de los que piensa que si se recomienda a alguien esa persona sea mala, pero que recomienden a alguien que tenga perfil para cumplir con la función; es encontrar los perfiles adecuados para asumir estas direcciones, si los partidos hicieran ese esfuerzo de recomendar a quienes reúnen los requisitos y que sepan de derechos humanos, pero que manden a un policía que atienda los derechos humanos”.
Por ello planteó que la petición a los diputados es que se abran y se analicen bien los expedientes de quienes se postularon, “que se insaculen esos expedientes quien tiene el perfil más idóneo, conocimientos, sensibilidad, y que haya participado en labores de atender derechos humanos, que no sea alguien que considere como una chamba”.
Consideró que un error que puede cometer la legislación es nombrar a alguien que tiene relación con un partido, tiene que encabezarlo una persona libre, sin esas relaciones, para que tenga la autoridad moral para hacer señalamientos”.
