Raúl López Téllez
En la opacidad se mantienen los recursos que se asignan a las 35 casas del estudiante que mantiene la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) tanto en esta capital como en Uruapan, y que forma parte de los fondos no reconocidos por la federación, por lo que en este rubro la Casa de Hidalgo no recibe un solo peso de apoyo para la manutención de los alrededor de 5 mil jóvenes ubicados en estos albergues.
Al igual que el de los albergues estudiantiles, otros rubros que no son reconocidos por autoridades federales -las secretarías de Hacienda y de Educación Pública-, como el Bachillerato, el Régimen de Pensiones y Jubilaciones y un porcentaje no estimado del clausulado en los contratos colectivos de trabajo con los sindicatos de Profesores y Único de Empleados (SPUM y SUEUM), conforman a juicio de la Rectoría, junto a otras, las “causas multifactoriales” del déficit presupuestal institucional, que este año fue acotado de 996 millones de pesos a 550 millones y que para el 2020 se prevé en mil 350 millones.
De acuerdo con la Rectoría, la UM destina al año 140 millones de pesos en el mantenimiento de los albergues, donde se concentra el 10 por ciento de la matrícula total universitaria, estimada en 50 mil estudiantes. En el desglose de los recursos y su asignación en la página de la Universidad Michoacana, no aparece el concepto de albergues o casas del estudiante, incluso ni siquiera su registro como parte de la estructura institucional.
La Tesorería Universitaria reconoce que no hay un rubro como tal en el presupuesto ordinario de la institución, al igual que tampoco lo tiene –aunque ya se propuso-, una partida específica para la Dirección de Asuntos Estudiantiles, encargada de atender los albergues y necesidades en general del sector. En la versión de Rectoría, el tema está incluido en la negociación con las autoridades hacendarias y de la SEP.
El rector Raúl Cárdenas Navarro ha insistido en entrevistas en que se buscaría que los moradores cuenten con las becas Benito Juárez o Escribiendo el Futuro, de manera que esa vía absorba con apoyos el gasto que actualmente destina la rectoría y en el que se incluye el pago a cocineras y personal de intendencia.
La crisis presupuestal en la Universidad Michoacana se ha hecho presente de manera concreta en los albergues, con efectos directos en los moradores, como la entrega irregular de apoyos a proveedores de materias primas para su alimentación y restricciones en la misma, lo que incluso antes de entrar al periodo vacacional generó protestas en la Avenida Madero de los moradores de la Casa Nicolaita.
Las Casas del Estudiante, están integradas a la estructura de la Universidad Michoacana, donde la Ley Orgánica las contempla como espacios de vinculación con las necesidades sociales de la población y en apoyo específico a jóvenes de bajos recursos, quienes no tendrían la posibilidad de acceder a la educación superior sin estos apoyos.
La demanda de que se cuente con un presupuesto específico para su operatividad, ha sido el planteamiento de las dirigencias de los albergues estudiantiles, aunque, de acuerdo a los compromisos asumidos por la Rectoría con la federación en diciembre del 2018, que exije que todos los recursos que ejerza la UM deberán ser transparentes y sujetos a normas federales anticorrupción, el rubro que se asigne a los mismos deberá reflejarse públicamente.