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OPINIÓN // ¿A cuantas más les vamos a fallar?

Por Óscar Carbajal

 Admito que esta es una de esas opiniones que causa un vacío en el interior del cuerpo al redactarla, por la crueldad del tema. Y no quiero hacer leña del árbol caído, solamente es mi manera de ver las cosas y tenía que expresarme en algún momento.

México se ha convertido en un país en alerta, un país en el cual no se puede estar tranquilo por ningún lado, esto, debido al grado de inseguridad que existe por todos lados. No hay seguridad en México, mucho  menos para las mujeres, es triste y causa impotencia el leerlo, escribirlo y detallarlo.

Por cada 94.4 hombres en este país, existen 100 mujeres, pero cada una de esas mujeres tienen un 100% más probabilidad de sufrir violencia en algún momento de su vida, lo cual, en el caso de Michoacán, ha sido la causal de que se active en 14 municipios, la alerta de genero, teniendo dentro de ellos, los más grandes y principales del estado.

Ese dato nos hace reflexionar sobre la sociedad que somos y cómo nos conducimos dentro de ella, ya que muy posiblemente de seguir así, en uno o dos años, el estado completo podría declararse en alerta de género.

Y si hablamos de las cifras a nivel mundial,  nos vamos a alentar más, de acuerdo a lo emitido por la ONU en sus estudios, el 40% de las mujeres a nivel mundial han sufrido violencia física o sexual y al rededor de 15 millones de adolescentes entre 15 y 19 años, han sido forzadas a tener relaciones sexuales. Eso sin contar las cifras en acoso, lo cual dispara aún más los números que se manejan.

Pero, ¿Que nos ha llevado a estar en esta situación? Para mí, existen dos aspectos cruciales, la falta de empatía y el daño en el tejido social.

La falta de empatía, de no apoyar, de pensar “No es a mi familia a quien le está pasando”, nos arrastra a no levantar la voz y no atender las necesidades básicas de las mujeres, de cuidarlas. Bien lo decían, “Todo es memes y risas hasta que matan, secuestran o violan a una integrante de nuestras familias, amiga o pareja”, ese es el problema. NO, NO CAUSA RISA QUE ESTÉN MATANDO Y AGREDIENDO A NUESTRAS MUJERES, NO ES AGRADABLE VER QUÉ PASAN COSAS Y LAS INVISIBILIZAMOS.

Me sorprende demasiado, sabiendo que este país ha sido uno de los más solidarios a lo largo de la historia cada que las tragedias abaten a otros países, ante los desastres y hemos sido reconocidos mundialmente por ello, pero, casa de herrero, azadón de palo.

La falta de empatía, ha provocado que las causas de las mujeres que ellas mismas tienen que combatir, sean minimizadas por un régimen que no está acostumbrado a verlas levantar la voz.

Aquí es donde entra el daño en el tejido social, el mismo que desde hace siglos, nos ha marcado que el patriarcado es quien manda, que directa e indirectamente ha educado bajo un régimen misógino, se hace presente. Y sí, si la violencia sigue creciendo, es por causa del malestar social que existe y que no ve una solución a ello.

En el caso concreto de México, para el primer cuatrimestre del año pasado, se abrieron al rededor de 60 mil carpetas de investigación por violencia intrafamiliar, aunque este dato incluye que los agresores fueron hombres o mujeres, los más violentados fueron niños, niñas y mujeres; aún así nos atrevemos a decir “¿Por qué Ingrid no se fue de la casa de su agresor antes?” Cuando la pregunta debería ser “¿Por qué no se le ayudó cuando lo denunció?”.

El análisis de esto, nos lleva a mantener que, tristemente cuando se está en un núcleo familiar que es aquejado por la violencia, lo que se aprende es violencia y esta es una cadena que fortalece la falta de empatía y agiganta el daño en el tejido social.

Cuestionamos mucho a las protestas que han existido en torno a la alta violencia contra las mujeres, pero se cuestiona por cuestionar, lo que me lleva a recordar lo siguiente, psicológicamente, se ha demostrado que, hasta el más mentiroso, odia que le mientan; al líder de los ladrones, odia que le roben. Esa misma conducta pasa con la sociedad educada bajo un régimen patriarcal y machista, a quien levanta la voz para mandar y dictar, odia que le levanten la voz para reclamar, ¿Ahora entendemos la relación entre la falta de empatía y el daño al tejido social?

No, tampoco es un hecho por el cual se le tenga que culpar exclusivamente a un partido político por esto, todos somos responsables de haber mantenido por décadas estas conductas. Y tal vez la molestia que ha causado al partido al frente de México ahora es el no estar en los encabezados de las noticias últimamente, y que estos sean encabezados por notas de feminicidios.

Pero aquí lo que podría decir es, ya le fallamos a Ingrid, le fallamos a Fatima, le fallamos a las mujeres de Juárez, le fallamos todos los días  a muchas más de las que no se ha dado a conocer nombre y apellido a nivel nacional, ¿A cuantas más les vamos a fallar? ¿Cuando como sociedad y gobierno nos podremos las pilas para acabar con esto y poder vivir con tranquilidad.

En lo personal, lo digo con todas sus letras, si a mi madre, hermana, abuela, tía, prima, amiga o pareja, le pasa algo y no tengo respuestas o justicia, TAMBIÉN QUEMARÍA TODO LO QUE ESTÉ EN MI CAMINO PARA EXIGIR SE CUMPLA CON LA LEY Y SUS DERECHOS,

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