Ante la contingencia por COVID-19, la SEE preparó un plan de contingencia destinado a reemplazar las clases presenciales por aulas virtuales y actividades en línea. Pero eso, en un estado en el que menos del 40% de las viviendas tiene una computadora con internet, suena más a improvisación que a una organización metódica y sistemática del aprendizaje de los niños y jóvenes. Metapolítica investigó las cifras y los datos y habló con dos expertos. Este es el resultado.
Por Eduardo Pérez Arroyo
Morelia, Michoacán.— Michoacán no está preparado para educar en línea a sus poco más de 1 millón 300 mil alumnos.
En la entidad, según las cifras más actuales del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), apenas el 35% de los hogares tiene acceso a una computadora con Internet. En la práctica, miles de niños y adolescentes quedarán fuera de los planes de educación a distancia.
La mala conectividad en el estado se replica en varias fuentes distintas. Y los números son abrumadores. Según el “Índice nacional de ciencia, tecnología e innovación 2018”, elaborado por el Centro de Análisis para la Investigación en Innovación, Michoacán permanece solo por encima de Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Zacatecas en cuanto al uso de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), las que se usan para acceder a los programas.
A su vez, en el censo de 2015 el INEGI reportó, además, que solo un 22.9% de las viviendas particulares habitadas en el estado disponen de Internet, y solo 23.8 de una computadora.
Finalmente, la propia Secretaría de Educación reconoció en su comunicado enviado el pasado 14 de abril a los medios que “de acuerdo a datos del anuario estadístico 2019 del Instituto Federal de Telecomunicaciones, el 68% de los michoacanos vive en zonas urbanas y sólo el 37 por ciento de los hogares tienen equipo de cómputo”. La nota agrega que casi todos tienen televisión, y que el 93% de los habitantes cuentan con servicios de telefonía (aunque no distingue entre teléfonos fijos o celulares).
En síntesis, en Michoacán parece imposible aplicar el plan de educación a distancia que ofrece el Gobierno del Estado.
La responsabilidad no es achacable directamente a la actual administración, ni a ninguna en particular. Las carencias en la entidad son estructurales, y faltarían varios años para cambiar el poder adquisitivo y las costumbres de los michoacanos. El hecho es, sin embargo, que todos los datos y cifras concretas indican que un plan educativo de estas características parece, en Michoacán, destinado al fracaso.
Cifras recientes confirman el escaso éxito que tiene esta iniciativa en Michoacán. El pasado 24 de marzo se lanzó un programa de retos destinado a un universo de un millón trescientos mil estudiantes. Finalmente participaron, según cifras de la propia SEE exhibidas en la prensa local, casi 3 mil estudiantes.
Es decir, un alumno de cada 430. O en términos porcentuales, el 0.23% de los alumnos de la entidad.
“Esto dimensiona la cobertura e impacto de la política educativa durante las últimas semanas y los posibles resultados que se obtendrán” afirma a este medio el Director General de Mexicanos Primero Michoacán, Eric Avilés Martínez.
LAS CONSECUENCIAS
El Gobierno del Estado de Michoacán anunció el pasado 14 de abril que este lunes 20 iniciaría el programa de educación a distancia para hacer frente a las consecuencias del coronavirus.
“Héctor Ayala Morales, encargado de Despacho de la Secretaría de Educación en el Estado (SEE), informó que con Plan Educativo de Contingencia para educación básica, media superior y superior, Michoacán se ha sumado a la estrategia nacional de educación a distancia, encabezada por la autoridad educativa federal”, decía la nota enviada a los medios.
La SEE explicaba que “a partir del lunes 20 de abril se reanudarán las clases mediante tres estrategias: la primera reforzando el programa ‘Aprende en casa’, que se transmite por Canal Once e Ingenio Televisión, con clases para niños y jóvenes de acuerdo con los temas que deben ver en las próximas semanas conforme al calendario escolar.
“La segunda, utilizando las herramientas de Google, con las que cada maestro
podrá descargar o usar en línea un amplio catálogo de contenidos educativos.
Cada docente tendrá acceso a una cuenta de ‘Google for Education’, en la cual
recibirán ejercicios específicos para acompañar el proceso educativo de sus estudiantes,
comunicarse con ellos de manera virtual y dar seguimiento al progreso en sus
aprendizajes.
“La tercera, a través de la construcción de contenidos educativos propios, que
se han estado distribuyendo desde hace tres semanas por diversas redes de
comunicación y que se comenzarán a entregar en versiones físicas a partir de la
próxima semana para las zonas con más difícil acceso a la comunicación vía
internet”.
Finalmente, el mismo boletín sostenía que “en la Secretaría se ha producido un amplio acervo de actividades pedagógicas y lúdicas para diversificar el proceso educativo de niños y jóvenes. Dichos contendidos, junto con mucho más material, están a disposición de la población y de los docentes en la plataforma https://aulas.see.gob.mx/”.
Este medio ingresó a cada una de las dinámicas ofrecidas por la SEE. Las propuestas son simples y funcionan bien, pero requieren una computadora con internet y ahí es donde falla Michoacán.
La SEE, incluso, entregó otras recomendaciones para llevar adelante el proceso.
“A quienes no tengan acceso a internet, se les recomienda estar pendientes de
la programación educativa que se ofrece en los canales 11.2 y 14.2 de
televisión abierta. Para atender la falta de internet en muchos hogares, el
acervo de actividades pedagógicas y lúdicas construidas para apoyar a la
educación básica se ha estado distribuyendo todos los días, por redes
telefónicas, principalmente grupos de WhatsApp, a la estructura de supervisores,
ellos a los directores, los directores a los docentes y los docentes a los
papás. Es un trabajo piramidal, que contribuye a sustituir la falta de
internet, por un mecanismo vertical y exponencial que, combinado con nuestra
página, puede llegar a más gente”.
Pero aun cuando este plan funcionara a la perfección, la realidad estatal es otra.
“El iPad es de mi familia, así que lo uso poco”. “Quiero conectarme, pero no sé hacerlo y nadie me enseña”. “En mi pueblo no hay computadoras y los teléfonos no tienen Internet”. “La conexión siempre se apaga y todos mis juegos se pierden”.
Son cuatro historias reales que suceden en Michoacán, y que fueron publicadas por este mismo autor en una nota del día 29 de julio del 2019 en los periódicos locales MiMorelia y Publimetro. La investigación exhibió un retraso evidente en Michoacán en cuanto al uso de TIC.
“Michoacán permanece en el lugar 28 entre los 32 estados mexicanos en cuanto al uso de TIC, consideradas casi unánimemente como factor clave en el desarrollo productivo. Los análisis son claros: en cuanto más capacidad de incorporar estas tecnologías exista, mayores índices educativos, laborales, industriales y económicos existen”, indicó entonces la nota.
Mientras tanto, distintas organizaciones internacionales advierten sobre el conflicto que genera el hecho de que muchos alumnos en entornos privilegiados, con acceso a computadoras, celulares, iPads e internet, puedan seguir sus clases con pocas interrupciones, mientras existen también millones de niños de zonas más pobres que son, en la práctica, analfabetos digitales.
La conclusión de la ONU es aterradora: en lugar de mejorar los índices educativos en un país, la educación digital en lugares como Michoacán hasta ahora no hace sino profundizar la brecha entre ricos y pobres.
“En este momento los niños no conectados se están perdiendo recursos educativos y acceso a la información general, así como a las oportunidades para aprender aptitudes digitales, explorar amistades y establecer nuevas formas de autoexpresión”, indico el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en su informe “Niños en un mundo digital, estado mundial de la infancia 2017”.
El asunto es aún más grave.
“A medida que los niños se hacen adultos y entran en el mundo del trabajo, la conectividad en la era digital significará cada vez más la diferencia entre la capacidad de los jóvenes de ganarse la vida o no”, indica la misma fuente.
Por lo demás, no todos están de acuerdo en que el uso que ahora se pretende dar a las plataformas tecnológicas sea tan efectivo.
“En el momento actual es impensable que un niño sin capacitación aborde de forma correcta las dinámicas de estudio”, asegura Genaro, profesor titular con plaza federal en una escuela de Lázaro Cárdenas. “Quizá en el nivel preparatoria funcione mejor, y en la universidad ya es razonable pensar en educación permanente a distancia. Pero eso tiene que ver más con un compromiso personal de los alumnos, y no con un plan sistemático y bien organizado”.
El docente asegura que en sus cinco años como maestro jamás ha recibido una capacitación sobre educación digital.
“La educación pública básica no está preparada para una educación a distancia”, sintetiza Genaro. “Ni los docentes, ni los padres de familia que tienen la idea de que la escuela es una guardería y no un centro de enseñanza, y si no les revisan sus libretas día con día menos estarían con sus hijos en educación a distancia; ni los alumnos están preparados para interactuar de manera correcta”.
Similar postura tiene Eric Avilés.
“Se han emitido circulares señalando la enseñanza se realizará de manera digital y remota, mediante ligas y canales de televisión. Pero esto no quiere decir en absoluto que se logrará reanudar el proceso de aprendizaje con todos los estudiantes en Michoacán, ya que es una acción emergente que ni fue planificada con antelación ni cuenta con medidas que permitan que todos los hogares cuenten con condiciones para el aprendizaje en las vías señaladas”.
HABLAN LOS EXPERTOS
—El anuncio de realizar un retorno a clases virtuales el próximo 20 de abril es una buena intención del Gobierno del Estado de Michoacán, que lamentablemente no reúne requisitos señalados en el Artículo Tercero constitucional respecto a que la educación ha de ser universal, pública, gratuita, laica e inclusiva —señala Éric Avilés—. Tampoco cuenta con el arropamiento de las acciones afirmativas y políticas públicas que se requerirían para respetar los mencionados atributos.
Para el experto, el anuncio “se topa de bruces con inmensas barreras de acceso, condiciones socioeconómicas, adaptación y medios de participación”.
Y entrega ejemplos concretos:
“con la mitad de los hogares sumidos en la pobreza y 13 de cada 14 en vulnerabilidad, con Internet solamente en 3 de cada 7 viviendas, y con solamente 7 de cada 10 estudiantes que cuenten con acceso a dispositivos electrónicos, resulta aún imposible que las medidas digitales y remotas tengan impacto conforme a los criterios constitucionales”.
Avilés Martínez reconoce el empeño del gobierno estatal. Sin embargo, asegura, no se resuelve el problema de fondo.
“Dentro de las medidas adecuadas que ha emprendido el Gobierno del Estado de Michoacán está suspender las actividades presenciales en las aulas michoacanas desde el 17 de marzo. Eso fue correcto y pertinente. También lo es realizar actividades por vías digitales. Sin embargo, todo esto abona pero no resuelve”.
Avilés Martínez afirma que para llevar a buen puerto esta iniciativa se requieren medidas más estructurales, que en muchos casos van más allá del ámbito estrictamente educativo.
“Para cumplir con los atributos del tercero constitucional autoridades deben hacer la declaratoria de emergencia para liberar los recursos necesarios de transferencias no condicionadas; condonación de pago de servicios básicos para las familias sin ingresos regulares y de alta pobreza; campañas generales de prevención de abuso y violencia y promoción de crianza sensible y cariñosa; y establecimiento de servicios para atender emergencias en la convivencia de las familias”.
El director local de Mexicanos Primero alerta acerca de otros graves problemas que enfrenta la educación en casa. Su visión coincide con la de reportes nacionales que exhiben el aumento de la violencia intrafamiliar durante la contingencia por COVID-19.
“Diversos estudios muestran que durante los recesos escolares, las barreras al aprendizaje y la participación (BAP) tienden a elevarse y hacerse más severas, magnificándose la desigualdad existente entre hogares ricos y pobres.
“Como principales BAP en los hogares”, continúa, “amenazan la violencia, la contracultura y el estrés, de manera que el resguardo debe ser concebido y apoyado como convivencia gozosa y respetuosa, y deben minimizarse los factores de fragilidad social y marginación educativa con acciones ajustadas a la diversidad y con la compensación debida a través de acciones afirmativas”.
Avilés señala también que los docentes de nuestros hijos son quienes mejor conocen el avance programático de su grupo, la diversidad en ritmo y estilo de cada alumno, y las estrategias para los distintos temas.
“Las autoridades deben habilitar medios de comunicación para que puedan enviar una guía escrita para las niñas y niños mismos y sus familias, en forma física de copias y tarjetas, a recogerse semanalmente en la escuela; y además, habilitar desde la autoridad y la iniciativa privada que establezcan con las familias la posibilidad de comunicarse vía mensajes SMS, sin dejar de aprovechar las opciones centralizadas por televisión y radio de señal abierta”.
Una postura con la que concuerda Genaro, de manera muchísimo más directa.
“Un plan como el que acaba de anunciar el Gobierno del Estado es propio de burócratas que toman decisiones desde un escritorio para ajustar sus propias cuentas, ignorando la realidad del docente y las condiciones de trabajo en las que realizamos nuestra labor. Se demuestra que sistemáticamente no hay nada preparado para una educación a distancia, y que se trata de una improvisación de las autoridades para justificar el ciclo escolar”.
Para Genaro, la SEE pretende lisa y llanamente lavarse las manos.
“Se está discriminando a todo aquel alumno que no tenga acceso a internet y a medios digitales, que en gran parte del país son mayoría. En realidad evaden el tema echando la bolita a los profesores para justificar no perder el ciclo escolar de manera oficial”.
Genaro reclama además porque la SEE de pronto convierte a los maestros un factor clave en la educación a distancia, pese a que de manera formal se les ha indicado numerosas veces que por disposición oficial no deben tener ningún tipo de contacto con sus alumnos fuera de las aulas. La situación es un reflejo real de los cabos sueltos que se dejaron a la hora de emprender este plan a distancia.
“Suspendieron las clases de manera súbita, en pleno puente, sin darnos chance de acordar métodos con los alumnos. Yo no tengo contacto con los míos, porque las indicaciones formales del jurídico de la Secretaría es no tener WhatsApp, Facebook ni tipo de contacto fuera del aula con ellos…”
Sea como sea, los testimonios se repiten: nunca antes se ha realizado un plan oficial y consistente para digitalizar las aulas, y hasta ahora muy pocos maestros, alumnos y padres de familia están acostumbrados a utilizar elementos tecnológicos en la educación.
En los hechos, el plan a distancia propuesto por el gobierno en Michoacán no parece ser más que una bien intencionada improvisación.