REDACCIÓN
Morelia, Michoacán.— Actividades en teoría sanas y destinadas comúnmente a fortalecer o recuperar la salud como hacer ejercicio, correr o andar en bicicleta al aire libre, también pueden implicar un grave riesgo de contagio de coronavirus.
Esa es la advertencia del epidemiólogo y Académico de la Universidad de Guadalajara, Abel García García. Lo peor: el riesgo persiste aun cuando no haya otras personas alrededor.
Las partículas del coronavirus pueden permanecer por hasta tres horas (que pueden ser más en caso de cumplirse circunstancias muy específicas) en el aire o espacios de uso común.
El profesionista, en entrevista con el diario reforma, agrega que además al caminar las partículas pueden viajar de 3 a 5 metros, y las personas que anden en bici o corran pueden trasladar el virus hasta 20 metros de distancia.
“El virus es capaz de permanecer por un buen tiempo en el aire, y viajar distancias que no imaginamos. Esas distancias además aumentan si realizamos el ejercicio con mayor velocidad que la caminata normal”, alertó.
El psicólogo moreliano Miguel Tinoco aclara que “mi opinión respecto a la actividad aeróbica es individual, así que no es de carácter profesional”, y en su condición de experto en el área de la salud, afirma sobre la dimensión estrictamente física que “no hay riesgo siempre y cuando exista una distancia mayor a los 10 metros entre personas, y con mascarilla apropiada”.
“El ejercicio implica una mayor velocidad de transferencia por la misma mayor velocidad del viento” insiste. Y advierte, sin embargo, que “una distancia menor a los 10 metros deberá ser calculada dependiendo del ejercicio y velocidad a la que te muevas. No es lo mismo trotar a correr o hacer ciclismo; cada actividad tiene diferentes aspectos que se deben vigilar”.
Tinoco aporta además una tabla elaborada por las universidades de KU Leuven (Bélgica) y TU Eindhoven (Holanda). Los resultados indican que:
“la mayor exposición se produce cuando una persona camina o corre en línea detrás de otra, y a medida que disminuye la distancia entre la persona principal y la posterior”. Y recomienda que para evitar una exposición sustancial al virus en las condiciones se debe evitar caminar o correr en el mismo carril que la persona que va adelante o mantener distancias sociales más grandes.
“En resumen”, afirma Tinoco, “caminar aeróbicamente requiere entre 4 a 5 metros de sana distancia; trotar, de 6 a 7 metros; correr, 7 a 9 metros; y ciclismo de 10 a 12 metros”.
En países como España, Italia, India o Israel, hasta hace poco hubo o aún hay confinamientos muy estrictos y prohibición casi absoluta de deportes individuales.
NO ESTÁN DE ACUERDO
Pero también hay otras reglas.
En Suiza, Países Bajos o Alemania los deportes individuales están permitidos como parte de la prevención de la salud. En Alemania, hasta dos personas pueden entrenar juntas.
El caso es que ante un contagio con COVID-19, las personas que tienen un sistema inmunológico más fuerte tienen mayores probabilidades de desarrollar apenas síntomas leves. También hay que recordar que en la actualidad no existe una vacuna contra el coronavirus, por lo que el propio cuerpo debe vencer la enfermedad.
Christian Drosten, de la Charité de Berlín (Facultad de Medicina de la Universidad Libre de Berlín y la Universidad Humboldt), resalta el aspecto mental del ejercicio físico:
“Es importante que las personas puedan hacer deporte. A muchos les da estabilidad mental poder salir a correr cada dos, tres días por media hora o una hora”.
Otros especialistas, como los citados por la emisora alemana Deutsche Welle, moderan ambas posturas, y aseguran que sí se puede ejercitarse pero con precauciones.
“No hay peligro para personas que corran solas en los parques o hagan un paseo. Solo empieza a haber un riesgo cuando un grupo de personas se encuentra por un tiempo prolongado en el mismo lugar”.
Eso sí: siempre respetando una distancia sana hacia los demás, no tocar nada que otras personas tocan con frecuencia (como las barras de gimnasia en los parques) y procurar mantener la higiene en todo momento, algo que en ocasiones se hace difícil cuando, por ejemplo, se realizan actividades físicas de contacto con el suelo.
En síntesis: como casi todas las actividades humanas, hacer deporte en tiempos de pandemia no es necesariamente malo por sí solo, siempre que se respeten al pie de la letra algunas recomendaciones mínimas.
El qué tan receptivo u obediente seamos cada uno de nosotros ante estas recomendaciones… es otro tema.
Con información de Reforma y Deutsche Welle
Lee el estudio de las universidades europeas (en inglés) aquí: https://bit.ly/2L2opD3