Metapolítica
Morelia, Michoacán.— La salida del Monarcas Morelia representará una pérdida económica por el orden de 4 mil 500 millones de pesos anuales correspondientes a diversas actividades relacionadas, y una merma de empleos formales e informales de alrededor de 9 mil en Michoacán.
Es el lapidario análisis del Coordinador de Proyectos Estratégicos del Colegio de Economistas del Estado de Michoacán (CEEM), Heliodoro Gil Corona.
“Los daños económicos y sociales vinculados al futbol profesional son irreversibles en la entidad (…) El costo económico del éxodo del club va en detrimento de las condiciones socioeconómicas del municipio de Morelia y de la entidad, que afectará de manera adversa las actividades vinculadas al turismo, el transporte y el comercio tanto formal como informal”, aseguró el especialista.
Entre las consecuencias materiales, Gil Corona indicó que hoteles, moteles y lugares de alojamiento; fondas, puestos de tacos y alimentos rápidos; expendios de cerveza, cantinas, bares y centros nocturnos; y los distintos productos y bebidas que se expenden en el interior del estadio “ingresan a la categoría económica de ‘borrón y cuenta cero’”.
“Es decir, los sitios de alojamiento, el pequeño comercio y las grandes marcas patrocinadoras de publicidad fija, semifija y de marketing mediante medios de comunicación electrónica y digital, dirán adiós a este negocio en Michoacán”.
El especialista aseguró, sin embargo, que el mayor problema es el daño social.
“Los futbolistas profesionales de Monarcas Morelia han sido imagen, referentes, motivo de la práctica del futbol y un espacio deportivo de importantes ingresos para los jugadores y sus familias. Muchos jóvenes con base en esta actividad deportiva han fincado sus proyectos aspiracionales de mejora familiar, anhelando a ganar buenos ingresos, contar con comodidades económicas, disponer de bienes suntuarios e incluso ser un atrayente y motivo de referencia en la sociedad local.
“Todas estas expectativas de proyectos de vida para los muchos jóvenes michoacanos se cancelaron”, afirmó.
Esta semana se confirmó la salida del equipo de la plaza de Morelia para instalarse en Mazatlán, Sinaloa. La medida, decidida por sus propietarios, ha provocado el rechazo general de una afición que acompañó al equipo desde su fundación en los años 50, antes de que Grupo Salinas lo comprara en 1996.