Redacción
Morelia, Michoacán.- De nueva cuenta las autoridades chinas han confinado a casi medio millón de personas en la provincia de Hebei, que rodea a Pekín.
La medida se debió a un nuevo brote en la capital, que regresa los temores por una segunda ola de coronavirus.
El condado de Anxin, distante unos 145 kilómetros de Pekín, ha cerrado lugares de residencia e impuesto fuertes restricciones para salir de las casas. Tal como ocurrió en Europa hace ya casi dos meses, solo una persona de cada hogar puede salir una vez al día con un pase especial para comprar bienes necesarios como alimentos o medicinas.
El resto de los residentes, a excepción de quienes requieran ayuda médica, deberán permanecer en sus casas hasta nuevo aviso.
Las medidas iniciaron desde el domingo.
Las autoridades del gigante comunista también han pedido a los casi 440 mil residentes del condado que se supervisen mutuamente y cumplan estrictamente los requisitos pertinentes. Y anunció que aquellos que no cumplan las medidas se enfrentarán a un trato severo.
Los primeros casos de COVID-19 en el mundo fueron detectados en Wuhan, China, en diciembre del año 2019.