Metapolítica
Morelia, Michoacán.- —Hay una relación estrecha entre los dos países.
Así se refirió el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, a la relación geopolítica México—Canadá, que desde 1994 son parte de uno de los principales pactos económicos y geoestratégicos del mundo.
“Vamos a estar trabajando juntos en la ONU, tenemos causas comunes. Podemos estar optimistas de que la relación sea cercana para México”, agregó Ebrard.
Pero según la BBC, más allá de las buenas palabras de los diplomáticos la realidad es otra. Como todos los vecinos, Canadá y México tienen un importante historial que también incluye desencuentros.
“No siempre es así. De hecho el trato entre ambos países está permanentemente marcado por la competencia, especialmente por el acceso a los mercados en Estados Unidos”, dice el portal inglés en una nota publicada hoy.
“Hay, además, elementos controvertidos como la operación de compañías mineras canadienses en territorio mexicano que, según activistas, ha dejado severos impactos sociales y de medio ambiente”.
Y cita al especialista Julián Durazo Herrman, profesor de política de la Universidad de Quebec, quien confirma que
“es una relación sumamente compleja y poco conocida, que vive cubierta bajo el manto de la ilusión de que Canadá y México deberían cooperar naturalmente, porque forman parte de una región geográfica”.
Es que al medio está Estados Unidos, el principal desvelo internacional tanto para mexicanos como para canadienses. Al lado de los US$614 mil 500 millones que se intercambian cada año con el país gobernado por Donald Trump, los US$ 44 mil millones con Canadá palidecen.
“Las relaciones México-Canadá tienen como característica fundamental, sea cual fuere la dimensión que analicemos, la referencia inevitable a los Estados Unidos” confirma Durazo Herrman en su análisis “Tan lejos y tan cerca. Las relaciones México-Canadá en perspectiva histórica”.
“Esta situación hace que México y Canadá tengan problemas para mantener el énfasis en las cuestiones estrictamente bilaterales y enfrenten presiones contradictorias, que los llevan a buscar continuamente puntos de encuentro y cooperación, pero también a competir intensamente entre sí por la atención de los Estados Unidos y por el acceso a sus mercados”, agrega.
El portal canadainternational.gc.ca explica que “durante 75 años, México y Canadá han compartido una relación vibrante y multifacética, la cual ha estado caracterizada por profundos vínculos interpersonales, intensas conexiones culturales y un aumento del comercio y las inversiones.
“Reconociendo esta importante relación, el Gobierno de Canadá se ha comprometido a mejorar y ampliar sus relaciones con México, tanto en el ámbito bilateral, como al interior de la alianza norteamericana” dice el portal.
Pero también hay una historia menos alegre.
“En términos informales la cuestión de los derechos humanos sigue siendo fuente de desavenencias entre México y Canadá, como dejaron en claro las protestas contra el presidente Enrique Peña Nieto durante su visita a Canadá en junio del 2016 con respecto de la desaparición de los cuarenta y tres estudiantes normalistas de Ayotzinapa”, dice el mismo autor.
Como contraparte, “las controvertidas prácticas socio-ambientales de las empresas mineras canadienses y el apoyo que recibieron del gobierno pusieron en duda la profundidad del compromiso canadiense con los derechos humanos”, añade.
Y otro caso fue cuando en 2018 la Comisión Federal de Electricidad (CFE) demandó la nulidad de ciertas cláusulas del gasoducto Sur de Texas-Tuxpan, que involucraba a las empresas canadienses TransCanada e IENova.
La polémica escaló a tal grado que el embajador de Canadá en México, Pierre Alarie, tuvo que intervenir expresando su preocupación de que México no respetara los contratos.
Se trató de un hecho aislado, pero que muestra que no siempre las visiones son concordantes.
Por último, en promedio siempre hay 10 mil trabajadores agrícolas mexicanos trabajando en los campos de Canadá, que representan el 50 % de los jornaleros empleados por las empresas canadienses. La regla es estricta: en cuanto dejan de trabajar, regresan a México. Canadá no tolera mexicanos irregulares en su territorio. En contraparte, el 1 de diciembre 2016 Canadá levantó el requisito de visa para los ciudadanos mexicanos
“¿Cercanía? ¿Alejamiento? ambas dinámicas están presentes en todas las dimensiones de las relaciones. En realidad, la competencia y la colaboración entre México y Canadá son inseparables, aunque obedezcan a ritmos diferentes y a veces contradictorios. Ni el optimismo ilimitado ni el pesimismo crudo reflejan apropiadamente la naturaleza de estas relaciones”, termina Durazo Herrman.
Una historia que hoy, tras la firma de T—MEX, inicia un nuevo capítulo.
Lee el estudio de Durazo Herrman aquí
