Héctor Tapia
Los tiempos se acercan, en una semana comienza el proceso electoral de manera formal, y aunque quedan todavía unos meses para signar los convenios de coalición entre los partidos políticos, hay ya ciertos elementos que llevan a concluir que hay un rompimiento anticipado entre los partidos que “naturalmente” conformarían una eventual coalición como bloque opositor a Morena.
Cuando menos el rompimiento anticipado es de parte del Partido Acción Nacional (PAN) con el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI); donde los dos últimos ya han avanzado en el diálogo en la ruta de la construcción de la correspondiente alianza.
Sin embargo, lo que ha surgido con claridad es un rechazo del panismo michoacano hacia una coalición donde se sume el PRI; por ello es que no se descarta, incluso, que el blanquiazul termine por ir solo a la contienda que está por comenzar.
De manera paralela también “se han venido cayendo” algunas de las proyecciones iniciales, como el hecho de que el ex alcalde moreliano Alfonso Martínez Alcázar pudiera ser el que abanderara a la referida coalición del PRD y el PAN que se venía fraguando; el ex alcalde independiente habría dado también un viraje radical, al observar el panorama político de Michoacán, para regresar a su apuesta inicial: la candidatura por la presidencia municipal de Morelia.
Sin embargo, este aspecto también prendió los focos rojos, las alertas, en el mismo partido blanquiazul, donde tenían ya muy avanzada la proyección del ex legislador local Miguel Ángel Villegas Soto, quien sigue firme en su ruta, y que en días pasados también se fue contra Alfonso Martínez, se entiende, para tratar de frenarlo en su intención por la candidatura que también el pretende.
Es decir, la situación en el bloque opositor es tensa, y al momento no se advierten acuerdos que permita unificarlos de acuerdo al plan inicial.
Cuando menos en dos ocasiones ya la dirigencia estatal del PAN, en voz de Oscar Escobar Ledesma, se ha descartado sumarse a una coalición donde estuviera también el PRI integrando.
Todos estos elementos apuntan a la posibilidad de que Acción Nacional se está preparando para ir solo y cuidar los espacios donde considera impulsar sus propias candidaturas; sabe que en muchos de ellos las posibilidades de triunfo, incluso con una coalición, serían complejos. Quizá sea un “recule” no visto con la mira del proceso 2021, sino con la mira puesta en el 2024. Una mirada impregnada de incertidumbre porque todavía no se sabe el impacto que tendrá la eventual llegada o irrupción de México Libre.
