Metapolítica
Morelia, Michoacán.- La Ley de Amnistía para los expresidentes propuesta esta semana podría, a la larga, perjudicar aún más a los supuestos beneficiarios.
La discusión inició cuando el diputado de Morena Pablo Gómez presentó una iniciativa de Ley de Amnistía para los ex presidentes Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
Según la propuesta, se trataría de una nueva consulta popular para que la ciudadanía decida “sí” o “no” al olvido de los presuntos delitos cometidos por los presidentes durante el periodo comprendido entre 1988 y 2018.
El documento, publicado en la Gaceta Parlamentaria de este lunes 14 de septiembre, dice al pie de la letra:
“Se decreta amnistía en favor de las personas que desempeñaron el cargo de Presidente de la República dentro del tiempo comprendido entre el 1 de diciembre de 1988 y el 30 de noviembre de 2018, contra los cuales se hubiera ejercido o se pudiera ejercer acción penal ante los tribunales federales por la comisión de delitos contra la federación durante el ejercicio de su respectivo encargo”.
¿Y cuál sería el problema para los mandatarios?
Que en caso de que la respuesta fuese negativa, quedaría establecido que los mexicanos son contrarios a cualquier “perdonazo”.
“Si la mayoría ciudadana dijera no, tendríamos una especie de ‘ley de no olvido’, aunque ésta no estaría escrita, sino consagrada mediante el rechazo popular a la amnistía, es decir, del olvido penal, y el consecuente desechamiento del proyecto por parte de la Cámara de Diputados”, dijo este lunes el propio autor de la propuesta.
En la práctica el rechazo a la normativa dejaría con nulo piso político a los exmandatarios mexicanos, y profundizaría aún más la arremetida mediática y jurídica que Andrés Manuel López Obrador emprendió contra lo que ha llamado la era más oscura de la corrupción en México.
