Metapolítica
Morelia, Michoacán.- La extitular de las secretarías de Desarrollo Social (Sedesol) y Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Rosario Robles Berlanga, aseguró que lleva más de un año privada de su libertad por no colaborar con la Fiscalía General de la República para “completar un guion fabricado”.
La exfuncionaria dio a conocer su versión este lunes, mediante su cuenta de twitter.
“Llevo más de un año privada arbitrariamente de mi libertad. La prueba más contundente es la confesión pública del propio Fiscal General de que prácticamente me tienen como rehén ‘porque no he querido colaborar’ para que obtengan la información que ellos quieren (no importa que no sea verdad) y completar así el guión que han fabricado y que nada tiene que ver con la justicia”, aseguró.
También indicó, en supuesta referencia a Emilio Lozoya, que “no mentiré para obtener mi libertad. No quiero salir por la puerta de atrás. Seguiré luchando por las causas legales porque soy inocente, porque confío que alguien en el sistema judicial tendrá la valentía de aplicar la ley, porque creo en un sistema de justicia que tiene un enfoque garantista, defensor de los derechos humanos, y porque espero una respuesta positiva de los organismos internacionales a los que también he recurrido”.
Robles esta acusada de “omisión” de informar a su superior, el expresidente Enrique Peña Nieto, sobre irregularidades que derivaron en un quebranto por 5 mil 73 millones de pesos en la Sedesol y Sedatu. Sin embargo, los delitos que se le imputan —previstos en la fracción III, del artículo 214 del Código Penal Federal— no prevén prisión preventiva.
Aún así el 12 de agosto de 2019 el juez Felipe de Jesús Delgadillo Padierna le dictó prisión preventiva por supuesto riesgo de fuga.
Esta es la carta publicada por Rosario Robles:
A la Opinión Pública:
El día 21 de octubre mis abogados solicitaron por diversos motivos el sobreseimiento de la causa penal que se sigue en mi contra.
Me hubiera gustado que a este debate pudieran asistir los medios para darle más transparencia a mi proceso frente a la opacidad con la que la fiscalía ha manejado otros.
Llevo más de un año privada arbitrariamente de mi libertad. La prueba más contundente es la confesión pública del propio Fiscal General de que prácticamente me tienen como rehén “porque no he querido colaborar” para que obtengan la información que ellos quieren (no importa que no sea verdad) y completar así el guión que han fabricado y que nada tiene que ver con la justicia.
Tengo información confiable (de fuentes al interior de la FGR, particularmente del área de servidores públicos) que se han reunido con excolaboradores ofreciendo impunidad, a cambio de que declaren lo que ellos necesitan.
También sé que lo que pretenden para que yo tenga mi libertad (como en otros casos) es que señale como responsables a excolegas míos, de mayor jerarquía en el gabinete del sexenio pasado, con el objetivo de dirigir hacia ahí sus baterías.
Su teoría, sus hipótesis, nada tienen que ver con la verdad. Yo no mentiré para obtener mi libertad. No quiero salir por la puerta de atrás. Seguiré luchando por las causas legales porque soy inocente, porque confío que alguien en el sistema judicial tendrá la valentía de aplicar la ley, porque creo en un sistema de justicia que tiene un enfoque garantista, defensor de los derechos humanos, y porque espero una respuesta positiva de los organismos internacionales a los que también he recurrido.
No quiero que se abran estas pesadas puertas con la mentira y la falsa delación disfrazada de testigo colaborador. Aspiro a que sea con la verdad y demostrando mi inocencia, lo que seguramente se logrará si prevalece el Estado de Derecho y se aplica la ley.
Nada se gana utilizando la justicia, este preciado bien, para vendettas. Esto no es propio de la izquierda. Tampoco tiene nada que ver con la República Democrática que muchos queremos defender y por la que hemos luchado toda la vida.
Rosario Robles
26 de octubre de 2020
