#ENTRELÍNEAS // Manzana envenenada: guiño del PAN al PRD; el PRI, “sin excusas”…

Por Héctor Tapia

Si nos detenemos un momento, pareciera ser claro; lo que no queda claro es si todos entendieron el mensaje.

La definición  que tomó el Partido Acción Nacional (PAN) en su sesión de consejo del sábado pasado es un guiño y espaldarazo a cualquier perfil que postule el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y frena de tajo al Partido Revolucionario Institucional (PRI).

El PAN encontró “un mecanismo” para que el partido en el poder en el estado no lo vea con malos ojos, pero a la vez lanzó un condicionamiento que en el argumento lógico no tendría que generar mayor controversia, pero que de fondo es un profundo rechazo y menosprecio al priismo michoacano.

¿Cuál es ese argumento?, sencillo: si ya en el PRI se pidió que no se limitara la visión a “intereses partidistas” la definición de una alianza electoral, el PAN ya se la reviró. Ahora Acción Nacional se la regresó de tal forma de que si no hay “interés partidista” del tricolor, y que debe prevalecer el interés del estado, como indican, no tendría problema en respaldar o sumarse a una alianza donde no encabece el priismo. Esta es la manzana envenenada.

Aquí, el PRD está en una disyuntiva. Evidentemente esta postura panista les favorece para postular al perfil que plantee el sol azteca. Y frente a esto, o llama al PRI a sumarse a una candidatura común donde éste último no encabece, “por el bien del estado”, o rechaza el planteamiento del PAN para quedar bien con el PRI e incluir en las mediciones para definir al candidato o candidata al gobierno michoacano a perfiles priistas, donde hay perfiles lo suficientemente fuertes  como los suyos también para encabezar esa alianza.

A como se ven las cosas en este momento, el PAN encontró el mecanismo para poner a pensar a las otras dos fuerzas con las que construirían una alianza electoral, condicionándola a que sea candidatura común.

En un escenario tan complejo sabe que si no aceptan sus condiciones, posiblemente le tocaría “bailar” solo en la contienda; elevó la apuesta. El PRD podría hacer las labores de convencimiento con el PRI para que se sume, dado que le favorece la postura panista, pero tendría que hacerlo con mucho tacto.

El PRI, por otro lado, si acepta las condiciones claramente menospreciativas, se  echaría encima a su militancia, a su estructura que aún prevalece; pero si no acepta, tendría que ofrecer algo mejor al PRD para que se cargue a su lado. O, por otro lado, en el último, y cada vez más latente caso, ir solos a la contienda.

El PAN lanzó el dardo. O para quienes les gusta la pesca: lanzó la carnada y se ha quedado a la espera.