Metapolítica
Morelia, Michoacán.- “Ya lo intentamos, pero hay quienes no ayudan. Son de esas decisiones en donde pagan justos por pecadores. Hay empresarios responsables, pero hay otros que en sentido estricto ni son empresarios, son ‘coyotes’”.
Así respondió esta mañana el presidente Andrés Manuel López Obrador ante la pregunta de si no sería mejor regular bien las operaciones de las empresas outsourcing antes que desaparecerlas por completo.
El mandatario ahondó en su postura de eliminarlas.
“Les puedo demostrar cómo operan. Si se le habla a Zoé Robledo para que nos mande el comportamiento del empleo en el seguro social. Esto surge a partir de la llamada reforma Labora, en donde se dan estas posibilidades. Recuerden que se permitió incluso la contratación por hora, sin prestaciones… las reformas estructurales no se hicieron pensando en beneficiar al pueblo, sino a una minoría”.
Ayer López Obrador anunció que, aun cuando sabe que sería un tema polémico como la desaparición de los fideicomisos, enviará una iniciativa de ley para que ese mecanismo desparezca porque “mi gobierno no será encubridor de la corrupción”.
Hoy, sin embargo, lo que llamó la atención de su comentario fue la frase: “hay decisiones en las que pagan justos por pecadores”.
Una sentencia que ya había sido utilizada ante otras decisiones el presidente.
El pasado 22 de octubre en un programa de Radio Fórmula con la periodista Denisse Dresser, el investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CEDE) Mauricio Merino abordó de igual manera la desaparición de los fideicomisos. Merino es profesor investigador de la División de Administración Pública del CIDE, y en abril del 2019 tomó protesta como presidente del Consejo Consultivo de la Comisión para la Reconstrucción de la Ciudad de México.
“Para usar el lenguaje que le gusta al gobierno actual, diría que pagan justos por pecadores. Hay en todas las administraciones públicas mucho que revisar; tenemos un sistema de rendición de cuentas que no acab de empezar, y han tomado una decisión basada en la mas profunda desconfianza”.
Lamentó que “a partir de la evidencia en el mal manejo de los fideicomisos, cortan otros que no tienen de ninguna manera que ser acusados de malos manejos”.
Y resumió:
“el de López Obrador es un gobierno basado en la desconfianza, pero nos pide a cambio confianza”.
Hoy AMLO pareció dar la razón a algunos de sus críticos.
