Por Oscar Guerrero / Metapolítica.mx
En medio de un notorio distanciamiento entre los gobiernos estatal y federal, reflejado en la Alianza Federalista que nació con la participación de diez gobernadores, entre ellos el de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo; hoy la entidad contabiliza dos mil 5 defunciones por COVID-19, así como 25 mil 188 casos confirmados, cuya concentración ha tomado más fuerza en municipios como Morelia, Lázaro Cárdenas, Uruapan, Pátzcuaro, Zamora y Apatzingán.
Se hace énfasis en las rupturas existentes entre el Gobierno de Michoacán y la Federación considerando que, en la medida que han venido creciendo los estragos generados por la llegada del coronavirus a suelo purépecha, también los desencuentros, descalificaciones y demandas de la administración silvanista hacia el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
De hecho, este domingo, en plena Noche de Muertos, la Alianza Federalista, conformada por los gobernadores de Chihuahua, Tamaulipas, Coahuila, Jalisco, Aguascalientes, Colima, Durango, Guanajuato, Nuevo León y Michoacán, sesionó en Casa de Gobierno, para acordar “un intercambio solidario de medicamentos” entre las entidades del país que así lo requieran, por considerar que el accionar del gobierno federal ha sido tardío e insuficiente para responder a las necesidades que emanaron en el sector Salud, a partir de la llegada del COVID-19 a territorio nacional.
Pandemia, ¿el pretexto de la oposición?
A propósito del reciente encuentro de la Alianza Federalista, es importante recordar que la posición asumida por los mandatarios estatales que la integran, como bloque opositor al gobierno federal, subió de tono conforme avanzaba la propagación del coronavirus y se acercaba el proceso electoral, hoy ya iniciado.
Al menos así lo evidenció el gobernador Silvano Aureoles Conejo, cuando, sin una instrucción oficial de la Federación, desde el pasado 13 de marzo giró órdenes a la Secretaría de Educación en el Estado (SEE) para que tres días después, el 16 de marzo, se suspendieran actividades escolares en la entidad; aun cuando la Secretaría de Educación Pública (SEP), por indicaciones de la administración obradorista, dio luz verde a dicha disposición hasta el 20 de marzo.
Eso sólo fue el inicio, pues el 29 de marzo, con dos mil 963 casos de COVID-19 contabilizados en el estado, el gobernador, junto con los mandatarios de Jalisco, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Durango y Colima, anunció que aplicaría su propia estrategia para salir de la emergencia sanitaria, noticia que se posicionaría como tema en la mañanera de Andrés Manuel López Obrador, quien, en aquella ocasión, se dijo respetuoso de dicha determinación.
Casi un mes después, el pasado 19 de abril, Silvano, una vez más ajeno a las disposiciones sanitarias promovidas por la Federación, estableció una medida más: confinamiento obligatorio en Michoacán, bajo la advertencia de que, quien omitiera ajustarse a dicha decisión, materializada en un decreto, respondería a multas e incluso colaboraría con acciones de trabajo social.
La determinación no agradó del todo en sociedad, mucho menos en el sector empresarial, pues, de acuerdo con el presidente del Colegio de Economistas del estado de Michoacán, Miguel Ángel Ayala Barajas, se auguraban pérdidas económicas diarias de hasta 450 millones de pesos.
Esa inconformidad derivó que se interpusiera un amparo ante el Juez Séptimo de Distrito en el Estado de Michoacán en contra de la medida, por considerarse inconstitucional. La respuesta fue casi inmediata y admitida, por lo que se abrió la posibilidad de poder ignorar el confinamiento; sin embargo, existió un revés y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa y de Trabajo del Décimo Primer Circuito facultó a Aureoles Conejo para poder hacer efectiva su restricción.
¿Oportunismo electoral?
El logro de Silvano Aureoles pareció servir para reposicionar su imagen como referente de la oposición a nivel local y nacional, pero sobre todo para reivindicar la percepción ciudadana que gira en torno a su figura política, considerando que, de acuerdo con la medición mensual que realiza la empresa Massive Caller, el perredista es el segundo gobernador peor evaluado ante la opinión pública.
A la par, la estrategia de Silvano Aureoles también estuvo orientada a impulsar la imagen de un posible candidato del Partido de la Revolución Democrática (PRD) a la gubernatura de Michoacán en las próximas elecciones, la del secretario de Gobierno, Carlos Herrera Tello, quien, entre los meses de julio, agosto y septiembre, se valió de redes sociales y plataformas mediáticas para, de cara al proceso electoral, ser considerado para afianzar plaza en el último bastión del sol azteca.
Discreto, Herrera Tello comenzó a figurar en redes sociales promoviendo las acciones del Gobierno de Michoacán contra el COVID-19; promoción que, de acuerdo con los esquemas de transparencia de Facebook, fue costeada por 308 mil 229 pesos, tal sólo del 23 de agosto al 21 de septiembre.
Como acción en cadena, recientemente el senador y medio hermano de Silvano, Antonio García Conejo, así como el diputado local, Antonio Soto Sánchez, hicieron lo propio levantando la mano para representar al PRD en 2021, con lo que parecieron contrapuntear las proyecciones del gobernador y su líder de tribu partidista, pero también las alianzas electorales que siguen edificando con el Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN).
En tanto…
Desde que se confirmaron los primeros casos de COVID-19 en Michoacán, al día de hoy se registran 25 mil 188 casos de coronavirus, mil 398 sospechosos, dos mil 05 defunciones y, exitosamente, 21 mil 985 pacientes recuperados, entre ellos el propio gobernador, el secretario de Gobierno, Carlos Herrera, y la secretaria de Comunicación Social, Julieta López Bautista.
Ante este escenario y en medio del distanciamiento que el Gobierno de Michoacán decidió mantener con el gobierno federal, los números covid no son para nada alentadores, puesto que, con base en la evolución que ha tenido la pandemia, mientras al cierre de abril se registraron 539 casos, para los meses de mayo, junio, julio, agosto, septiembre y octubre, se reportaron dos mil 963, siete mil 171, 11 mil 545, 17 mil 516, 22 mil 386 y 25 mil 188, respectivamente.