Metapolítica
Morelia, Michoacán.- Falta de concentración, confusión, menor rendimiento: por ejemplo, incapacidad de leer varias páginas de un libro en forma continua.
Así explica algunos especialistas en qué consiste el nuevo fenómeno que se ha detectado en personas que han padecido COVID-19: niebla mental.
Se trata de alteraciones en la concentración y en la capacidad de pensar que afectan a pacientes que han tenido cuadros de coronavirus graves, es decir, han estado hospitalizados, conectados a ventilación mecánica y en unidades de cuidados intensivos. El fenómeno se describió originalmente en Estados Unidos, pero ya se registran cada vez más en otros países.
Sobre las causas, se trataría de que el virus, al producir una inflamación neuronal, deja este tipo de secuelas. La recuperación es lenta, pero expertos como el ministro de Salud de Chile, Enrique Paris, afirma que “esperamos que este tipo de patologías sea recuperable en el tiempo”.
En tanto, el New York Times asegura que “la causa de esa obnubilación varía mucho y afecta incluso a personas que solo presentaron síntomas leves de la COVID-19 y que no tenían enfermedades preexistentes. Las teorías más destacadas son que surge cuando la respuesta inmunitaria del cuerpo ante el virus no se detiene o que se debe a la inflamación de los vasos sanguíneos que van al cerebro”.
Y cita un caso real:
“Cuando Taylor, de 31 años, se contagió a mediados de junio, pensó que solo necesitaría un breve descanso de su trabajo como abogada en una organización sin fines de lucro de Atlanta que ayuda a inquilinos de bajos ingresos. Pero se desorientó tanto que lavó el control remoto del televisor con su ropa sucia y tuvo que devolver un perro que había adoptado recientemente porque no podía confiar en sí misma para cuidar de una mascota”.
El problema tendría relación con la gravedad del cuadro de COVID-19. Los especialistas creen que los problemas cognitivos no serían permanentes, pero la recuperación podría durar varios meses: entre tres y siete. El tratamiento consiste en una estimulación cognitiva a través de ejercicios, como juegos de memoria, y también en el consumo de vitaminas. También se pueden agregar fármacos que estimulen el cerebro.
