Héctor Tapia
Ha sido un convulso inicio de semana en materia política, particularmente para el Equipo Por Michoacán. Los jaloneos subieron de tono en pocos días, básicamente frente al proceso de definición del perfil que los encabezará en la candidatura común para la gubernatura del estado.
Pero veamos paso a paso lo qué se ha dado, pero además los elementos que hay para pensar que se tiene un AS bajo la manga.
Entre los aspectos que irrumpieron en la vida política del estado, en el contexto del proceso electoral que avanza, fue el desistimiento repentino del senador Antonio García Conejo a su intención de buscar la gubernatura del estado. Es cierto, literalmente dijo que no se registraría por su partido en el proceso interno, y abrió una línea textual que aludía a la mejor decisión del Equipo Por Michoacán.
Y, aunque dijo literal esto, donde dejaba una línea abierta para abogar al consenso de los tres partidos, para muchos la interpretación clara fue que dejó por fin su aspiración, anunciada hace varias semanas, a partir de que se lo pidieron desde la misma Casa de Gobierno, en reunión que hubo este fin de semana pasado.
La razón: no sólo estaba dividiendo y confrontando a su partido, el PRD, donde le cobraron varias facturas por su actitud de avasallar en los procesos internos; sino porque tampoco estaba generando buen ánimo en los partidos de enfrente; sin contar que no crecía en la intención del voto. Literal tuvieron que aplacarlo para eliminar ese ánimo.
Otro acontecimiento fue la reiteración del Partido Acción Nacional (PAN) de impulsar a Carlos Herrera para esta candidatura común, donde Oscar Escobar extendió formalmente la invitación para que el ex secretario de gobierno sea el precandidato; con esto remarca la postura de Marko Cortés, dirigente nacional, de hace unos días de señalar que es quien se perfilaba más para esta posición.
Sin embargo, pareciera más una candidatura del PAN que del propio PRD; hay que recordar que el acuerdo nacional entre los partidos es que sea una figura perredista la que se debería impulsar, y Herrera Tello ha insistido en no tener partido.
El ex secretario de gobierno, hay que señalarlo también, ha encontrado rechazo fundamentalmente en la estructura perredista, quienes lo ven con recelo porque acudió primero a pedir el respaldo de las dirigencias nacionales, antes siquiera de construir con la estructura del partido.
Ante esta invitación reaccionó el Partido Revolucionario Institucional (PRI), quien entiende en cierta medida que el acuerdo es impulsar a un perfil perredista, pero Carlos Herrera Tello no lo es. Aún así va más allá, el PRI no quiere que sea Carlos Herrera el candidato. Y que sea el PAN el que lo impulse les genera más ruido.
En toda esta cadena de sucesos que se vivieron en el Equipo Por Michoacán el PRD se ha mantenido contemplativo. No se ha pronunciado.
Bajo este escenario, hay un perfil que se ha mantenido callado, pero hay toda una estructura ya operando en el estado, desde abajo. Ese perfil es Adrián López Solís, es el AS bajo la manga del PRD. No se descarta. Nadie en el partido lo descarta, aunque nada diga al respecto.
López Solís, además de traer bajo su operación a una parte de Foro Nuevo Sol, observó una coyuntura y se adelantó.
Cuando Carlos Torres Piña anunció una salida masiva del PRD de Alternativa Democrática Nacional (ADN) en Michoacán, casi pasado el proceso electoral inmediato pasado, generó mucha expectativa y muchos del equipo perredista se sumaron públicamente a seguirle; sin embargo, con el paso del tiempo muchos fueron replegando sus pasos y fueron seducidos o convencidos por la expresión de López Solís.
A partir de ahí su figura se fue fortaleciendo al interior del estado, con la estructura operativa que se había quedado “en el olvido”. Uno de esos perfiles más visibles fue Miriam Tinoco Soto, quien desde hace meses viene operando en varios municipios para organizar a los adeneístas que se quedaron mirando y en la incertidumbre.
Pero no sólo fue ella, también la diputada local ex morenista Wilma Zavala, se ha sumado a esta estructura.
Otras figuras perredistas que destacan en este bloque son los legisladores Araceli Saucedo Reyes y Octavio Ocampo, quienes van también bajo este esquema de #Inclusión21, como le han llamado al movimiento que impulsa a López Solís para la gubernatura del estado.
Pero, ¿por qué suena tanto Adrián López Solís?
En los dos últimos meses Parametría realizó una serie de mediciones. En ellas Adrián López Solís ha superado a Carlos Herrera en las preferencias para la candidatura al gobierno de Michoacán. Es una medición que se guarda celosamente que se mostró a este columnista, pero no se hará pública, no por ahora; es una medición que tienen perfectamente clara incluso en Casa de Gobierno, desde donde han dado carta abierta a que Adrián López Solís continúe en silencio su ruta por construir su imagen como una figura sólida para competir por la gubernatura.
Al ahora Fiscal General no lo ven mal en el PRI, incluso tampoco lo ven mal algunos actores del PAN, y tiene el respaldo del perredismo, casi en su totalidad al ser perfil único del partido que le verían posibilidades de contender y hacer un papel representativo y dar la batalla a un Morena que no logra superar sus diferencias internas.
Sin embargo, y he ahí el pero, el Fiscal General Adrián López Solís no dejaría su encargo, al cual le quedan todavía 7 años como actor que procura justicia en la entidad por ver si lo aceptan, no. Queda claro que con una candidatura común los procesos internos quedaron rebasados, y casi sin validez. Tendría que darse el escenario de que los tres partidos coincidieran que es el mejor perfil para representarles, y que esa coincidencia se convirtiera en una invitación expresa para que él sea el candidato. Sólo de esa forma, se advierte, dejaría la Fiscalía para competir en un proceso que todavía se antoja complejo para esta alianza electoral.
La ruta natural que algunos advierten para Adrián López Solís, que por ahora podría ser el AS bajo la manga, es que si no va como candidato ahorita, podría ir por una posición en e Senado en el siguiente proceso electoral, y después quizá entonces sí buscar la gubernatura. De manera natural esa sería su ruta política. Sin embargo, está ésta posibilidad del Equipo Por Michoacán, donde sólo con el respaldo unánime podría levantar la mano. Los plazos legales para ungir a un candidato le dan un respiro de cuando menos un mes y medio todavía, tiempo en el cual el puede seguir construyendo la imagen del señor justicia en Michoacán, en un estado donde la impunidad ha sido una constante, esto sin entrar al golpeteo político electoral.
Lo inmediato, es cierto, es que los partidos del Equipo Por Michoacán zanjen las diferencias, se reúnan y emitan mensaje conjunto, si quieren que las evidentes diferencias no se conviertan en una bolita de nieve que después sea difícil parar. El proyecto conjunto que han planteado entre ellos está en juego.