Metapolítica
Morelia, Michoacán.- 100 millones de dosis para un país de 11 millones de habitantes.
Es la apuesta del gobierno de Cuba, que con la experiencia acumulada durante décadas de autogestión —y una mano de hierro en cuanto a planes nacionales centralizados— busca desarrollar la primera vacuna contra el coronavirus concebida y producida en América Latina.
Lo mejor: las dosis estarían a disposición no solo de los habitantes de la isla, sino también de millones de visitantes extranjeros que la requieran.
“Tenemos la capacidad para fabricar 100 millones de dosis de Soberana 2 (el nombre de la vacuna), en 2021”, aseguró la semana anterior el director del instituto de vacunas Finlay, Vicente Vérez. “Si todo sale bien, este año tendremos a toda la población vacunada”.
Fiel a los datos que arrojan que pese a sus múltiples carencias tiene uno de los sistemas de salud más sólidos del mundo, hoy Cuba es uno de los países menos menos afectados de la región por la pandemia.
Hasta el momento los casos registrados llegan a solo 19 mil 122, y los fallecidos a apenas 180.
Las autoridades pretenden lanzar la campaña de vacunación masiva durante el primer semestre de este año, tras lo cual se dispondría de dosis suficientes de manera no obligatoria.
“Y para los turistas también sería una opción”, aseguró Vérez.
La exportación de servicios médicos —que incluyen medicamentos, vacunas y personal médico— es hoy la principal fuente de ingresos de Cuba, con 6 mil 300 millones de dólares en 2018. En 2020 la isla envió brigadas médicas a 40 países para luchar contra el coronavirus.
Pero ahora apuesta a la generosa industria mundial de turismo de salud, consistente en personas que viajan para encontrar tratamientos o medicinas que muchas veces en sus países de origen tienen precios prohibitivos. Una industria que mueve miles de millones de dólares cada año en países como Costa Rica, India, Israel, Malasia, Singapur, Corea del Sur, Taiwán, Tailandia y Turquía.
“La venta de servicios médicos a otros países es la mayor fuente de ingresos de Cuba con 6,000 millones de dólares al año”, dijo un funcionario del sector de salud a la Agencia France Press, “pero el turismo de salud aún no reporta cifras significativas aunque tiene un gran potencial”.
Una realidad que el país de la revolución fidelista parece dispuesto a cambiar.
