#ENTRELÍNEAS // El necesario careo entre Morena y PT, entre Morón y Reginaldo

Por Héctor Tapia

Viene una medición o encuesta que se antoja será más por trámite, pero que se tiene que realizar si se quiere mandar mensaje de buena voluntad entre los participantes.

Se trata de la encuesta donde, de acuerdo al convenio de coalición existente entre Morena y el PT, se medirán a los candidatos de ambas fuerzas políticas para definir al abanderado por la gubernatura de Michoacán.

Esta encuesta medirá por Morena a Raúl Morón Orozco, actual Coordinador de la Defensa de la cuarta Transformación para el estado, y a Reginaldo Sandoval Flores, quien es el que el PT definió para la candidatura del estado.

Una medición de este tipo no medirá las capacidades políticas, individualmente, de cada uno de los actores; ambos, así me parece, han mostrado su experiencia a la hora de hacer política, uno que evita los escenarios de confrontaciones que es Morón Orozco, y otro que eventualmente sale con posiciones rudas; sin embargo, ambos plenamente identificados con el proyecto político de Andrés Manuel López Obrador.

En esta encuesta pactada entre ambos partidos políticos se medirán la percepción que se tiene sobre ambos personajes, los niveles de aprobación, pero además el conocimiento que se tenga en el territorio michoacano sobre estos perfiles.

En este sentido, en el imaginario de los michoacanos ya está plenamente instalada la idea de que la contienda será de dos: entre Carlos Herrera Tello, candidato por el PAN-PRI-PRD, y Raúl Morón Orozco, por Morena.

Por tanto, resulta evidente, cuando menos para este columnista, que en una encuesta entre Morón Orozco y Sandoval Flores, quien resultaría ganador sería el primero de estos dos; no sólo porque tuvo el foco mediático y posicionamiento a partir de haber sido alcalde de Morelia hasta hace unas semanas, sino porque ha estado más presente en el imaginario por más tiempo que el coordinador parlamentario del PT.

Esto es además plenamente visible en las preferencias por partido; mientras Morena tiene una preferencia promedio que supera los 34 puntos porcentuales, el PT, como partido, en lo individual alcanzaba en algunas mediciones un promedio de entre 4 y 5 puntos porcentuales.

Sin embargo, y aunque se sostenga la tesis planteada en los párrafos anteriores, una encuesta entre estos dos personajes sí debe realizarse. Lo explico.

La legitimidad de un perfil en una coalición de este tipo tiene que surgir a partir de un mecanismo acordado entre ambos, y este ha sido la encuesta; debe, en consecuencia, este mecanismo disipar cualquier sugerencia de imposición. A menos de que se dé un acuerdo político de alto nivel que orillen, a que esta no se realice.

Los resultados, por tanto, deberán servir para unificar a ambos proyectos en un solo camino. Ambos participantes saben de manera anticipada los resultados. Pero de que se tiene que librar este camino, se tiene que librar. Con esto ambos nada tienen que perder, y eso sí, en cambio, todo por ganar.