Redacción
Morelia, Michoacán, 20 de marzo de 2021.- Para los impulsores de la alianza azul-amarilla en Morelia y el aspirante del PRI, la irrupción de Carlos Torres Piña en el espectro político local; sin duda, alguna, les ha generado más que preocupación, ya que consideraban la elección en capital michoacana como tema resuelto y casi como un día de campo.
Sin embargo, la aceptación creciente del único aspirante morenista que puede garantizar el éxito en la contienda constitucional, de acuerdo con la medición de Parametría, ha trastocado las perspectivas de éstos de lograr la victoria para ejercer un gobierno local, a la usanza de las costumbres del pasado opaco y desaseado.
Torres Piña, ha señalado con insistencia y con firmeza que la ciudad capital ya no está para retrocesos, ni para que la administren los impulsores y beneficiaros de la corrupción.
El crecimiento continuo y sostenido de Torres Piña en las preferencias ciudadanas y, la ampliación y consolidación del trabajo de estructura territorial a ras de tierra, ha metido zozobra entre los opositores en la venidera elección constitucional.
La conexión y sinergia con distintos actores de la vida política, empresarial, organizaciones sociales, mujeres y jóvenes, ha permitido a Torres Piña ampliar el horizonte organizativo de cara a la definición de candidato de Morena por Morelia.
Lentamente, pero sin pausa, Torres Piña ha venido organizando desde abajo, al tiempo que ha expresado la necesidad de profundizar los cambios implementados por Raúl Morón, en la ciudad capital. Cambios que iniciaron en 2018 con el arribo de la 4T a la administración municipal.