Metapolítica
Ciudad de México.- Los jóvenes de de poblados de Tierra Caliente se ven obligados a ser halcones del crimen organizado. Es eso o morir.
Con un pago mínimo, particularmente hombres, viven en riesgo permanente porque grupos criminales los dotan de un teléfono celular y motocicleta para que den santo y seña de la presencia de policías y militares.
—Trabajaba en los mangos con mi jefe; y ya después nos forzaron a trabajar en la mañana ahí con los de Zicuirán
—¿Cómo trabajaba? ¿Qué hacía con ellos? —se le pregunta.
—Ayudar a cuidar el Gobierno que entraba y salía —dijo Bryan, quien se identificó como informante del crimen organizado.
AJ, Bryan, Felipe y José de Jesús son tres jóvenes que aceptaron ser colaboradores del grupo delincuencial vinculado al Cartel Jalisco Nueva Generación; uno de ellos es menor de edad; los otros tienen entre 20 y 23 años
Los cuatro permanecían en una barricada de los civiles armados conocidos como Pueblos Unidos, entre Nuevo Urecho y Ario de Rosales. Ahí, luego de ser descubiertos presuntamente en poder de “bombas molotov”, también supuestamente, tenían instrucciones de arrojarlas a vehículos y personas concentradas en un bloqueo carretero…
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