ENTRELÍNEAS // Alfredo Ramírez: la disyuntiva frente a la eventual transición y el gabinete

Por Héctor Tapia

Tremendos retos enfrenta Alfredo Ramírez Bedolla, gobernador electo, para ir construyendo no sólo el equipo de transición, sino un eventual gabinete de gobierno.

Su círculo inmediato, el de mayor cercanía, es reducido, y en cuanto a perfiles, cuando menos la percepción que se tiene, son pocos los que tendrían la estatura para una responsabilidad como el de una secretaría de estado.

Y hasta ahora los perfiles que se observan, que son pocos todavía, se duda si tuvieran la experiencia para asumir responsabilidades de gran calado, y ahí está el reto, sobre todo tomando en cuenta que los desafíos que tiene Michoacán no son menores, y han causado grandes dolores de cabeza a las administraciones estatales, son: gobernabilidad, seguridad, educación, salud, finanzas y desarrollo económico.

Las demás áreas son fundamentales, sí, pero éstas particularmente son los ejes primordiales de la administración, y que tienen que tener un trato especial para que no se aviven conflictos o se cierren los márgenes de operatividad.

Por tanto, el gobierno de Michoacán, si así lo ratifican los tribunales en su sentencia —recordemos que está judicializado el resultado— no puede ser manejado como si fuera un ente partidario; Michoacán no puede ni debe verse en sus áreas como una distribución en función de grupos politiqueros de Morena. Tiene que abrir los espacios a perfiles con experiencia.

Pero vamos por partes. ¿Quién es Alfredo Ramírez dentro de Morena?; sí, es un fundador que creyó en el proyecto de ese partido mucho antes de que fuera tal; sí, caminó calles, fue candidato en tiempos donde nadie daba un peso por el proyecto. Pero, ¿eso es suficiente?. No. Es decir, “ser moreno” no basta.

Un poco de contexto: Morena como movimiento, sobre todo a partir de la elección del 2018, antes y después, fue sumando actores provenientes de diversas fuerzas políticas, desfundó al PRD, se agregaron del PAN, del PRI, y fueron fortaleciendo un proyecto electoral que en estos momentos no sólo gobierna el país, sino que está en vías, producto de la elección del 6 de junio pasado, gobernar la mitad de las entidades federativas. Dista mucho de ser una fuerza disminuida como algunos pretenden hacerlo ver.

Su diversidad interna le ha acarreado una serie de conflictos y pugnas entre los grupos y tribus que le conforman; sí, sí los tiene, aunque insistan en que no están permitidos en los estatutos. Ahí están, y se mueven de acuerdo a intereses de grupo.

Bueno, de estos grupos, algunos de muy reciente adhesión al proyecto, no todos “jalaron” en el acompañamiento en la ruta por la gubernatura; otros, chantajearon y judicializaron hasta el final. Otros finalmente, tras intensos jaloneos y golpes a la misma institución, se sumaron. Sea como sea el resultado favorable se obtuvo. Insisto, falta la ratificación de los tribunales.

Dentro de todos estos, Alfredo Ramírez Bedolla, quien llegó a la candidatura con carro prestado, ya muy avanzado, estructurado, si bien apenas comenzó a construir estructura en algunas partes del estado, no le eran suficientes para alcanzar el triunfo por sí solo. Hubo estructuras que decidieron respaldarle y con ello fortalecerle, y aquí se destaca el trabajo político de operadores como Sergio Pimentel, del equipo de Roberto Pantoja, Leonel Godoy Rangel, Lázaro Cárdenas Batel, de Carlos Torres Piña, pero fundamentalmente de Raúl Morón Orozco, quien hizo campaña alterna con la estructura para reforzar a Ramírez Bedolla.

Bueno, qué perfiles fueron destacando en todo este entramado, y que podrían ocupar alguna responsabilidad, están Carlos Torres Piña, Giuliana Bugarini, Antonio Madriz, Selene Vázquez, Roberto Monroy, Gabriela Molina, quizá Gilberto Morelos, que fueron de los más visibles. Otros menos visibles como Isidoro Ruiz Argáiz, quien llegó a ser en gobiernos pasados titular de la Secretaría de Desarrollo Económico del estado, área con la que el gobernador electo está familiarizado.

A quienes se les identifica como del círculo cercano de Alfredo Ramírez son Tamara Sosa, quien es hija de Fabiola Alanís; Juan Pablo Celis, Hirepan Maya; ellos son de los que desde siempre caminaron a lado del ahora gobernador electo.

A partir de aquí hay algunos nombres que se perfilan ya para algunas áreas.

Para la Secretaría de Gobierno comienza a sonar el legislador Carlos Torres Piña, quien por cierto aspiró también a la candidatura al gobierno del estado, y justamente esto podría ser un lastre no sólo para él sino para el eventual gobierno, porque podría abrir un frente de fricción innecesaria para una administración que enfrentará mucho golpeteo; más si busca de nueva cuenta perfilarse por esa postulación en 6 años. O el senado dentro de 3 años.

Pero si miramos en algunos otros perfiles reconocidos, muchos de ellos también aspiraron a esa candidatura, y algunos de ellos seguramente volverán a levantar la mano; por tanto se repite el escenario de Torres Piña.

Por otro lado, Iván Pérez Negrón Ruiz, él contendió por la alcaldía de Morelia, elección que todavía está en tribunales la ratificación de resultados donde él no resultó favorable; sin embargo, para nadie es desconocida su experiencia en temas financieros, que lo llevó incluso a formar parte de las comisiones de Vigilancia de la ASF, Hacienda y Crédito Público, Presupuesto y Cuenta Pública, por mencionar algunos. Por tanto se abre el escenario de que pudiera ser invitado a formar parte del gabinete en esa área, de no fructificar su querella sobre la elección de la capital michoacana.

A Giulianna Bugarini, quien vino a ser la vocera de la candidatura de Ramírez Bedolla, se le llegó a mencionar como una posible carta para la Coordinación General de Comunicación Social; sin embargo, también se ha referido que podría ser contemplada para áreas como la de Desarrollo Social y Humano (SEDESOH), que seguramente habrá de cambiar de nombre, si siguen la ruta de homologar algunos aspectos -reforma de por medio- de la Ley Orgánica del Gobierno del Estado.

Otros perfiles que vienen del equipo que acompañó a Raúl Morón, hasta antes de que le negaran la posibilidad de participar, y que tienen experiencia en la administración pública están Roberto Monroy y Gabriela Molina Aguilar, el primero en temas de turismo y la segunda en materia de desarrollo económico. Está también el legislador local Antonio Madriz Estrada, que seguramente buscará algún espacio.

No son tantos los nombres visibles al momento. Los hasta ahora mencionados son proyecciones para un eventual gabinete. Pero, ¿y el equipo de transición?, este iba a ser presentado este inicio de semana, justo cuando Alfredo Ramírez Bedolla resultó positivo a COVID 19; contagio que por cierto llegó en un momento álgido, porque Silvano Aureoles, gobernador michoacano, abrió una campaña mediática, que no jurídica, a nivel nacional para desacreditar al eventual nuevo gobierno.

Alfredo Ramírez tiene varios retos enfrente, y tendrá que sopesar las determinaciones que tomará; varios grupos querrán presionar para “tener más” de lo que realmente aportaron, y no puede perder de vista además varios aspectos: 1) llegó por coalición, por lo que tendrá que tomar en cuenta al PT; 2) no olvidar que sin la estructura y respaldo que aportó Raúl Morón no hubiera llegado; 3) y, revisar bien los perfiles a quiénes invitaría, donde destaquen por su experiencia en la administración pública.

De aquí que no se vea tan sencillo el panorama. El tiempo apremia, y tiene que estar preparado para cualquier escenario.

Héctor Tapia. Director General de Metapolítica.mx, reportero en Medios Radiofónicos de Michoacán y analista político en Canal 6 Media Group y Cadena Rasa.