Metapolítica
Morelia, Michoacán.- A pesar de que la OMS reclamó suspender la aplicación de dosis de refuerzo contra el COVID-19 hasta que todos los países tengan vacunas, tres países de América Latina ya avanzaron hacia las terceras dosis.
El respaldo del laboratorio estadounidense Pfizer, que tampoco atendió el pedido internacional, es clave para la nueva etapa.
La aplicación de una tercera dosis en los esquemas de vacunación contra el COVID-19 es una posibilidad manejada por las autoridades sanitarias de los países latinoamericanos, preocupados por la efectividad que las vacunas aplicadas puedan tener contra posibles nuevas variantes.
Algunos de los países, incluso, ya han dado los primeros pasos para reforzar la inoculación a pesar de un pedido de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para que no lo hagan.
“Entiendo la preocupación de todos los gobiernos por proteger a su población de la variante Delta pero no podemos aceptar que los países que ya han usado la mayor parte del suministro mundial de vacunas contra el COVID-19 sigan administrando más dosis mientras las personas más vulnerables del planeta siguen desprotegidas”, advirtió el director de la OMS, Tedros Ghebreyesus, durante un anuncio realizado el 4 de agosto.
El titular de la OMS reclamó públicamente “una moratoria a las dosis de refuerzo”, de forma de retrasar la aplicación de terceras dosis en países que ya cuentan con una buena inmunización hasta, al menos, “finales de septiembre”.
El objetivo de la moratoria es permitir que al menos el 10% de la población de todos los países esté vacunada, antes que los que tienen grandes porcentajes de inmunización pasen a aplicar una tercera dosis.
Sin embargo, los laboratorios no parecieron hacerle caso.
Entre el 23 y el 30 de julio, el laboratorio estadounidense Pfizer envió a República Dominicana más de 900 mil dosis divididas en dos lotes para reforzar el plan de vacunación dominicano.
República Dominicana, el primero
El país de Centroamérica fue el primer latinoamericano en confirmar la adopción de una tercera dosis.
“Se ha decidido poder ofrecerle a todo el pueblo dominicano una tercera dosis de refuerzo de la vacuna contra el COVID-19”, había anunciado la vicepresidenta Raquel Peña a mediados de junio.
Con poco más de 10 millones de habitantes, República Dominicana ya lleva más de 4,3 millones de personas inmunizadas con dos dosis, la mayoría con la vacuna Coronavac, elaborada por el laboratorio chino Sinovac.
Una de las condiciones que puso el Gobierno de Luis Abinader para aplicar la tercera dosis es que debe hacerse con “una vacuna a la que ya se ha recibido”, por lo que las de Pfizer y del laboratorio británico AstraZeneca fueron las escogidas para esta etapa.
Además, la tercera dosis se aplicará como mínimo un mes después de la segunda. La vacunación con tercera dosis para los dominicanos comenzó el 1 de julio.
La tercera dosis en Chile
Chile, uno de los países que avanzó más rápido en el plan de vacunación, fijó el 11 de agosto como la fecha de inicio de la campaña de aplicación de “dosis de refuerzo” contra el COVID.
Según dispuso el Ministerio de Salud chileno, deberán aplicarse una tercera dosis aquellos que hayan recibido dos dosis de la vacuna de Sinovac.
El esquema fijado implica una distancia de cuatro meses entre la segunda dosis y la tercera, por lo que comenzarán a recibirla los mayores de 55 años que fueron vacunados en marzo. También los inmunocomprometidos desde los 16 años que hayan sido inmunizados en mayo, ya que para ellos alcanza con dos meses de intervalo.
Las terceras dosis en Chile se distribuirán entre Pfizer y AstraZeneca: mientras los inmunocomprometidos serán reforzados con la estadounidense, los mayores de 55 años recibirán la británica como tercera dosis.
Uruguay: “no” a la OMS
A pesar de haber iniciado la vacunación anti COVID con retraso con respecto a sus vecinos, Uruguay logró ponerse a tiro durante 2021 y, a fuerza de contar únicamente con 3,4 millones de habitantes, se coloca en la actualidad como uno de los países del mundo con mejor porcentaje de vacunación, con el 65% de su población ya vacunada.
De todas maneras, las dosis de Pfizer siguen llegando y, según confirmó el Gobierno uruguayo, el país sudamericano espera la llegada de 1,4 millones de dosis más entre agosto y septiembre.
Ante la disponibilidad de vacunas, el Gobierno decidió emprender la aplicación de dosis de refuerzo. El país reabrió la agenda para que los ya vacunados con dosis de Sinovac puedan recibir los refuerzos a partir del 16 de agosto, siempre que hayan transcurrido 90 días como mínimo de la segunda dosis.
Con información de Sputnik