Metapolítica
Morelia, Michoacán.- La amenaza del huracán Ida se dirige al estado de Luisiana, en el sureste de Estados Unidos, donde los habitantes no olvidan los estragos que causó el Katrina hace 16 años, justamente por estos días.
La posibilidad de que Ida alcance la categoría 3 en la escala Saffir-Simpson (de 5) hizo que LaToya Cantrell, alcaldesa de Nueva Orleans, ordenara la evacuación obligatoria en sectores periféricos y más vulnerables a las lluvias y vientos que se esperan para el próximo domingo.
“Estamos pidiendo la evacuación obligatoria en las áreas fuera del sistema de diques, incluido el lago Catherine, Irish Bayou y las islas Venecianas, cuyos residentes deben evacuar antes del sábado en la mañana”, orientó Cantrell en su cuenta de Twitter.
Según el Centro Nacional de Huracanes (NHC, siglas en inglés), se espera que Ida provoque fuertes aguaceros en la noche del 29, y que gane en fuerza y organización en su ascenso por el Golfo de México, tras azotar el occidente de Cuba.
El domingo cae 29 de agosto: justo ese día de 2005, el Katrina tocó tierra en Lousiana con vientos de 205 kilómetros por hora (categoría 3) y fuertes lluvias que inundaron las comunidades más pobres, dejando una estela de muerte y daños millonarios.
“El 29 de agosto es una fecha muy crítica en la historia de nuestra ciudad y en nuestra memoria colectiva, pero también nos enseñó a estar listos y ser resilientes, y es lo que haremos”, declaró Collin Arnold, director de Seguridad Nacional en Nuevo Orleans, a propósito de Ida.
La novena depresión tropical de la actual temporada ciclónica (1 de junio-30 de noviembre) se formó en las inmediaciones de Jamaica, y en poco tiempo se convirtió en la tormenta tropical Ida, y ya el viernes (27 de agosto) alcanzó la categoría de huracán, favorecida por las cálidas aguas caribeñas.
La Isla de la Juventud, un antiguo refugio de piratas al sur de Cuba, fue el primer territorio azotado por Ida, con vientos máximos sostenidos de 120 kilómetros por hora e incesantes lluvias, aunque no tan drásticas ni devastadoras como en años anteriores.
“El tiempo empeoró a la altura del mediodía, los vientos fueron más fuertes, cortaron el servicio eléctrico y la lluvia no para”, relató a Sputnik la periodista Marianela Bretau desde La Fe, poblado al sur de la Isla, donde los caminos ya comenzaron a anegarse y la conexión a fallar.
Con información de Sputnik