Por Héctor Tapia
Reyes Rodríguez Mondragón asumió formalmente la tarde de este jueves la presidencia de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), y por sus orígenes y lo que está en juego, las suspicacias se han despertado.
Sus antecedentes profesionales y sus ligas con el panismo, más claramente con el llamado calderonismo, y el papel que le tocará jugar en lo que resta del proceso, en su parte final, para la definición o sentencia final respecto a la elección a la gubernatura de Michoacán, han puesto el ojo de nueva cuenta en el organismo jurisdiccional, que es ya la última instancia para poner claridad y certeza a la elección del 6 de junio.
Cierto, hasta el momento hay una serie de elementos, a partir de las mismas sentencias que han avalado la elección a la gubernatura, desde el mismo Tribunal Electoral del Estado de Michoacán (TEEM) hasta la misma Sala Superior, con respecto a los cómputos distritales relativos a la elección de la gubernatura.
Insisto, al momento, los elementos que han sido evaluados y sentenciados por los organismos jurisdiccionales indican que se ratificaría esta tendencia para avalar el triunfo de Alfredo Ramírez Bedolla en las urnas. Incluso, esto ha llevado a que tanto el equipo del gobierno electo como la misma dirigencia nacional se muestren confiados en esta ruta.
Pero la tormenta interna que ha vivido el tribunal federal en el último periodo, inmerso en polémicas políticas, ha hecho que de forma natural se cuestione el papel de algunos magistrados, incluido quien asumió la presidencia de la Sala Superior.
El mismo Carlos Herrera Tello, abanderado del Equipo por Michoacán, del PRI-PAN-PRD, quien busca la nulidad de la elección (al igual que el mismo Silvano Aureoles Conejo), en una declaración que dio hace unos días refirió que la determinación que tomarán los magistrados será política, sin dejar de lado los aspectos jurídicos. Pero eminentemente política.
Mario Delgado Carrillo, dirigente nacional de Morena, sobre la designación del magistrado electoral federal Reyes Rodríguez Mondragón como presidente de la Sala Superior, dijo que el organismo ha sido parcial. Sin dejar de insistir en que no hay elementos para tirar la elección a la gubernatura.
Entonces, volviendo al centro del tema, si hay un reconocimiento de que la variable política podría jugar un papel preponderante en la determinación que tome la Sala Superior con respecto al caso michoacano, que todavía no se programa su desahogo, por más que los elementos jurídicos y los antecedentes que se tienen al momento indiquen que podría venir en algún sentido la sentencia faltante, la variable política adquiere nuevas dimensiones, y de ahí la expectativa.
Los magistrados federales de la Sala Superior fueron puestos por los mismos partidos políticos que ahora son oposición al actual régimen; y para muestra, la liga, como se refirió, de quien asumió la presidencia de la Sala Superior. Por tanto, es inevitable pensar en el toque político que tendrá la sentencia faltante. Mientras tanto, en la espera, Michoacán se sigue sumiendo en la incertidumbre y la crisis a un mes de que Aureoles Conejo deje el cargo.