Metapolítica
Morelia, Michoacán.- Una parte del cerro del Chiquihuite se cayó, sepultó a varias personas habitantes de la zona y cobró la vida de una joven llamada Mariana, estudiante de la Teatro en la UNAM.
Ante la tragedia surgen las preguntas: ¿Por qué se desgajó el cerro? ¿Se pudo prevenir?
“La gente platicaba que se escuchó un estruendo (antes del desgajamiento), y efectivamente, tiene una lógica científica, cuando una roca empieza a perder cohesión, empieza a romperse y truena”, explicó a Sputnik la doctora Wendy Morales, investigadora del Instituto de Geología de la Universidad Nacional Autónoma de México, quien señala que desde hace años de sabía del alto riesgo que existía para los habitantes del cerro del Chiquihuite.
El estudio y análisis técnicos de la zona no son nuevos, desde hace más de una década especialistas advirtieron que el área era de alto peligro, señala Morales en entrevista con Sputnik; sin embargo, dicha área no es la única en esta situación.
¿Qué otras zonas están en riesgo?
El Valle de México está rodeado por la sierra de las cruces, al norte por el Chiquihuite y la sierra de Guadalupe y al sur la sierra de Chichinauhtzin.
Todas ellas tienen características diferentes, pero que con alto grado de presentar diversos mecanismos de deslizamientos e inestabilidad los cuales dependen de las características del terreno, explica la especialista.
Sin embargo, sí hay lugares que se han identificado como de alto riesgo: por ejemplo zonas en la alcaldía Álvaro Obregón, Magdalena Contreras, Cuajimalpa, Tlalpan y Xochimilco.
“Son lugares que tienen condiciones para presentar un deslizamiento, pero si a eso le sumamos que son lugares con una alta densidad de población, pues se vuelven una situación de riesgo muy crítica”, indica la especialista.
Sin embargo, aclara, hay zonas en peligro en las cuales aún no hay asentamientos, por lo que las autoridades deben regular al respecto.
“Este es el momento para tener ese control, este ordenamiento territorial, y evitar a toda costa nuevo asentamientos, sobre todo irregulares, que no tienen las condiciones”, explica.
De acuerdo con los Atlas de Riesgos del municipio de Tlalnepantla presentado en 2019, la colonia Lázaro Cárdenas fue una de las zonas catalogadas “con problemas de pendientes peligrosas” y con “fracturas de rocas en riesgo de desprenderse”.
La solución planteada en el documento es la demolición de las rocas inestables y la estabilización por medio de barreras metálicas. Sin embargo, señala la investigadora Morales, para construir de forma segura en las laderas se requieren de estudios de ingeniería muy específicos y de muy alto costo. Además, señala, con la naturaleza no hay garantías.
“La naturaleza llega a sobrepasar los cálculos, porque al final se hacen cálculos con una probabilidad. Lo que sí es que disminuyen de manera considerable la exposición de las personas a este tipo de fenómenos”, asevera.
La única forma de mantener 100% seguras a las personas que habitan en la zona es reubicarlas; sin embargo, un proceso como este es complejo ante el incesante crecimiento de la mancha urbana. Además, hay quienes no quieren dejar su hogar.
El presidente municipal, Raciel Pérez Cruz, indicó que tras el desgajamiento hay alrededor de 70 familias que se niegan a dejar sus hogares pese a la latente posibilidad de más derrumbes.
Con información de Sputnik