Metapolítica
Ciudad de México.- La subdirectora General de Ciencias Humanas y Sociales de la UNESCO, Gabriela Ramos, se dijo preocupada por la situación que enfrentan 31 científicos del Conacyt (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología) acusados por la FGR de delincuencia organizada, esto en torno a la Recomendación sobre la Ciencia y la Investigación Científica adoptada por el organismo en 2017, de la cual México es parte y signatario.
“México tiene un compromiso internacional de velar por el bienestar de los científicos, de promover un ecosistema que permita que la ciencia avance y, sobre todo, defender los derechos humanos’’, dijo Ramos.
Asimismo, recordó la Recomendación sobre la Ciencia y la Investigación Científica adoptada por los miembros de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) –México entre ellos–, en cuyo texto “hace un llamado a los Estados miembros y a sus Gobiernos para que creen las condiciones necesarias para que la ciencia florezca y avance, para que se practique de forma ética y justa y para que sea relevante y útil a la sociedad’’.
Ramos dijo que “es primordial que se respeten los derechos humanos y el derecho de los científicos a hacer ciencia. Tener 31 científicos del calibre que tenemos en la lista, pues sí es preocupante porque al final del día puede vulnerar el espacio que promueve la UNESCO para que haya una investigación de calidad. Los científicos tienen que sentirse protegidos en su derecho y capacidad de ejercer esa profesión tan importante’’.
“En el contexto del COVID-19, la ciencia ha tenido y seguirá teniendo un rol crucial para promover soluciones’’, destacó.
Los científicos acusados, entre los que destacan varios miembros del Sistema Nacional de Investigadores, es decir, el grupo más alto de científicos del país, han negado las acusaciones y consideran que se trata de una “cruzada contra la ciencia” de parte de la Fiscalía General de la República (FGR).
Pese a su postura, la subdirectora General de Ciencias Humanas y Sociales de la UNESCO se negó opinar sobre cuestiones internas del país y los procesos judiciales de los acusados.
Con información de Proceso
