Héctor Tapia / Metapolítica
En el Congreso local 500 iniciativas de reforma serán desechadas y de los 80 dictámenes que se quedaron estancados en la legislatura pasada para ser votados por el pleno se habrá de definir cuales sí tienen viabilidad o interés para la presente legislatura.
Lo anterior lo refirió Ernesto Núñez Aguilar, coordinador parlamentario del Partido Verde Ecologista de México, e integrante de la Junta de Coordinación Política, a pregunta expresa sobre qué destino tendrían todas estas iniciativas que quedaron pendientes de la legislatura pasada.
En este sentido, el legislador local dijo que se tuvo el acuerdo al interior de la Junta de revisar este tema en estos días; “las iniciativas que no pasaron a dictamen se desechan”, adelantó, y dijo que “las que están con dictamen se van a revisar la siguiente semana” para determinar cuáles serán de interés para ya llevarlas al pleno.
Hay que recordar que de acuerdo a la legisladora local, Adriana Hernández Íñiguez, quien preside la Mesa Directiva del Congreso, muchas de estas iniciativas se quedaron estancadas por temas políticos entre la distintas fracciones, o incluso hasta porque estaban elaboradas de forma deficiente y se fueron rezagando.
Núñez Aguilar dijo que en el Congreso “se tienen muchas cosas que cambiar”, porque están diseñados “para funcionar como si sólo fueran tres fuerzas políticas” las que están representadas en el pleno; esto ya no es así, remarcó, y refirió que ahora son hasta 7 las fuerzas políticas representadas en el legislativo.
El diseño bajo el cual opera el Congreso, dijo, complica el desahogo de los trabajos que ahí se realizan; “tendremos que tener muchas reformas para entrar en otra dinámica, tendremos que reformar e impulsar una nueva Ley Orgánica”.
En cuanto a la iniciativa que impulsa que tiene que ver con la creación de una Ley de Imagen Institucional, que lleva impulsando desde hace dos legislaturas, dijo esperar que ésta pueda encontrar respaldo desde el mismo Ejecutivo del estado, “que su fracción (Morena) la puedan respaldar”.
De acuerdo a Ernesto Núñez, esta reforma que plantea generaría un ahorro sustancial respecto a que se dejarían de realizar “gastos superfluos” y frívolos en cuanto a imagen; “son muchos los inmuebles que se pintan de una forma distinta con cada inicio de gobierno”, sin contar con los nuevos uniformes para los trabajadores por el cambio de logotipo, la impresión de papelería, entre otros aspectos que generan gastos importantes a las arcas estatales.
Se tiene un estimado preliminar, dijo, de que eliminando estos gastos se podría tener un ahorro de hasta 250 millones de pesos si se dejara de cambiar la imagen institucional con cada nuevo gobierno que arriba a las administraciones estatales y municipales.