“Hay que luchar y seguir luchando, aunque solo sea previsible la derrota”.
MAO TSE TUNG
Por Juan José Tena García
La semana pasada, la Comisión de Selección del Sistema Estatal Anticorrupción, órgano “ciudadano” encargado de elegir a aquellas personas que, por su probidad, capacidad y conocimiento en las áreas de combate a la corrupción, merecen representarnos a todos los michoacanos como parte del Comité de Participación Ciudadana del mencionado Sistema.
Sin embargo, ya desde su conformación mayoritariamente cercanos a la exlegisladora morenista Cristina Portillo, no se podía esperar un final feliz. Así, se consumó el asalto al Sistema Estatal Anticorrupción, cuando sus aliados con evidentes conflictos de intereses eligieron a Carlos Alberto Gamiño García, especialista en temas migrantes –no de combate a la corrupción– y colaborador cercano de la exdiputada.
Este acto no es otro sino el último clavo al ataúd del Sistema Estatal Anticorrupción, los partidos políticos y los operadores del poder público terminaron por cooptar el último resquicio de ciudadanización que quedaba y servía de contención al poder.
La ineficacia de todas las instituciones del SEA estatal era ya de si evidentes: una Fiscalía Anticorrupción que después de 3 años y medio ha dado prácticamente nulos resultados, cero montos recuperados por actos de corrupción y cero sentencias condenatorias; un Tribunal de Justicia Administrativa que sólo a sancionado a dos particulares por actos de corrupción; una Auditoría Estatal que mandó clasificar todos las investigaciones relativas al oprobioso caso del Teatro Matamoros, y cuya área de transparencia se niega a entregar información en forma sistemática; un Instituto de Transparencia y Acceso a la Información repartido entre las fuerza políticas –una comisionada para Morena, uno para el PAN y otro del PRI– que se encuentra más preocupados por su reestructura laboral y administrativa para cumplirle a sus jefes políticos los espacios que les prometieron en lugar de revisar a conciencia a los sujetos obligados que publican información de oficio; una nueva titular de contraloría que esperemos que más allá de buena voluntad empiece a dar resultados efectivos; un Poder Judicial muy cómodo administrando sus fueros particulares; y un Comité de Participación Ciudadana timorato que en lugar de ejercer las pocas armas legales que tiene para intentar impedir la toma del Sistema, se limita a emitir comunicados que ningún efecto social, político y menos legal tiene.
Con este oscuro panorama de opacidad y simulación, el combate a la corrupción en nuestro estado será un triste déjà vu donde todos hacen como que hacen, pero no hacen nada y a la sociedad civil nos vuelven a poner en la encrucijada de hacer mea culpa y reconocer que el Sistema que impulsamos hace 5 años de poco servirá.
Michoacán pasa así a la triste lista de Sistemas Anticorrupción que han sido bloqueados, cooptados y amedrentados, como Jalisco, Oaxaca, Nuevo León, Ciudad de México y hasta el Nacional, por mencionar algunos.
¿Qué sigue? En especial para los ciudadanos, nos queda seguir luchando por extirpar el mal de la corrupción de nuestra sociedad día a día, desde estos espacios de opinión, en nuestras aulas y en nuestras familias, porque de aquellos que tienen la obligación de hacerlo no podemos esperar ya nada. Ojalá me equivoque y todos los operados del Sistema me reclamen con hechos lo equivocada de mi fatalista visión.