Redacción
Ciudad de México.- Al analizar la relación compleja y cambiante con los pueblos originarios, el Estado mexicano ha encontrado a lo largo de la historia una gran insuficiencia para reconocer a plenitud los derechos de las personas pertenecientes a pueblos originarios, aseguró el consejero del Instituto Nacional Electoral (INE), Uuc-kib Espadas Ancona, en el marco de la 35 edición de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.
En la relación del Estado mexicano con las comunidades indígenas, explicó Espadas, uno de los grandes problemas es “la incapacidad para dar una representación plena, que se refleja en una reticencia a participar de los instrumentos de la democracia en general, pues no encuentra en ellos instrumentos que realmente satisfagan las necesidades y las condiciones de vida de los pueblos indígenas”.
“Tenemos que avanzar en términos de la inclusión electoral de los pueblos originarios, no en el sentido de privilegiar los derechos de los votados, sino de garantizar los derechos de los votantes,” enfatizó.
Por lo anterior, hizo un llamado a “lograr que sean justamente los integrantes de las comunidades indígenas quienes de manera libérrima elijan a quienes auténticamente son capaces de representarlos”.
En su intervención, la autora planteó por qué si tenemos un sistema político que ha ido avanzando, “no logramos tener un espacio de representación en donde nuestras voces diversas, plurales, heterogéneas puedan debatir con libertad y construir un país para todos”.
“Mientras en el país no se acepte que vivimos en un espacio heterogéneo, no solamente por la diversidad de colores, la diversidad de pensamiento, sino también por las diversas maneras de cómo nos concebimos a nosotros mismos y sigamos pensando que los pueblos originarios pueden representarse una persona un voto, pues estamos equivocados”, apuntó la doctora en Ciencias Políticas y Sociales por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Nuestro sistema debe seguir evolucionando, consideró, “no sólo para que los partidos políticos que tenemos salgan de su lamentable limbo, sino para que la sociedad encuentre espacios de deliberación para construir un diálogo político amplio e incluyente que nos permita construirnos como sociedad más libre y más justa”.