Metapolítica
Morelia, Michoacán.- El Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de la Secretaría de Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, dijo que la variante Ómicron “tiene un predominio por la vía respiratoria alta”, es decir, laringe, faringe, tráquea, incluso, dijo, los segmentos de los bronquios principales, pero resaltó que “tiene menor probabilidad o menor proporción de daño en los pulmones”.
En conferencia de prensa matutina, el especialista tomó como ejemplo los síntomas del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien dijo ayer que había despertado con lo que consideró era gripe.
“La variante Ómicron, que en este momento se está convirtiendo en preponderante en México, al igual que en otras partes del mundo, tal como lo hemos estado comentando, tiene una característica importante que ayuda a visualizar el porqué se ha separado la rápida ocurrencia de muchos casos con la relativa ocurrencia lenta del incremento de hospitalizaciones”, dijo el subsecretario.
Y esa característica, dijo, es que diferencia de la variante Delta, Ómicron tiene un predominio por la vía respiratoria alta: “La expresión de enfermedad por Ómicron es más parecida al catarro común, que es una enfermedad que predomina la afección respiratoria alta, pero afortunadamente, insisto, con menor probabilidad de afección a los pulmones”.
López-Gatell dijo que si a esto se suma la vacunación contra el coronavirus, “las personas vacunadas con el esquema primario, y con mayor razón quien ya tiene el refuerzo, tiene aún menor probabilidad de tener daño pulmonar, y la enfermedad cursa más breve que el COVID causado por las variantes previas, incluida Delta, y la recuperación ocurre en pocos días”.
Y agregó: “Esto es muy importante tenerlo en mente. El desafortunado contagio del presidente nos ilustra en este caso exactamente lo que ocurre en la variante Ómicron”.
Ómicron, más contagioso, pero con menos hospitalización y menos defunciones
El especialista reiteró que en 2021, alrededor de la semana 50, hubo una disminución notable de caso, pero hacia las últimas dos semanas volvió a subir súbitamente, “como ha ocurrido en Europa, como ha ocurrido en Estados Unidos, en Canadá, como eventualmente ocurrirá en todo el mundo”.
Este cambio drástico de la tendencia, dijo, porque “veníamos ya de bajada”, contrasta con los casos de hospitalizaciones, los cuales son “muy afortunadamente una proporción mucho menor de lo que ocurría antes de estar vacunados, y de lo que ocurría con la variante Delta y las previas”.
López-Gatell mostró una gráfica con la curva de hospitalizaciones, en la que se observa cómo la primera y la segunda ola tienen una alta hospitalización; en cambio, la tercera disminuyó: “Esa tercera ola es la diferencia que se causó por vacunarse. Ya no fue más grande que la primera y la segunda ola; en el número de casos sí fue más grande, pero en el número de hospitalizados no fue más grande porque la vacunación hizo su efecto positivo de prevenir enfermedad grave”.
El especialista dijo que el sector salud tiene aproximadamente “la quinta parte o menos de las unidades COVID ocupadas” en relación con el aumento de casos en general.
“De todos esos casos en general, la enorme mayoría tiene un cuadro clínico leve, con ronquera, algunos pueden tener fiebre, con tos seca, pero no con daño pulmonar que les haya llegar al hospital”, reiteró.
En el caso de las defunciones, dijo, estas redujeron cuando la población estaba vacunada en una proporción alta, y hacia la última semana del año, estas disminuyeron notablemente, según la gráfica que presentó.
“Aún cuando estamos consciente que las defunciones tienen un desfase y se presentan de 14 a 21 días después de cuando empiezan a aumentar los casos, eventualmente van a subir, posiblemente un poco, pero muy poco comparado con lo que hubiera ocurrido en ausencia de vacunación o con otras variantes. Con Ómicron esto no está ocurriendo”, aseguró.
El especialista insistió que lo más importante es vacunarse contra COVID-19, ya que es el “efecto más importante que se tiene de reducción de riesgo de enfermedad grave”.
