Irán Moreno
En las últimas dos semanas se han llevado a cabo actividades en las que se debate la conveniencia de la reforma eléctrica. Dentro de estas actividades hemos podido encontrar reuniones académicas, reuniones de especialistas jurídicos, el parlamento abierto llevado a cabo por la cámara de diputados, incluso se ha hecho mención de esta reforma eléctrica en la mañanera y han fijado sus posicionamientos los partidos políticos, el sector empresarial, la secretaria de Energía de los Estados Unidos y el Embajador de Estados Unidos en México.
Los diferentes medios de comunicación han dado cuenta de estos debates y conforme se acerque la fecha en la que está reforma se discuta en la Cámara de Diputados el debate será más intenso y veremos con mayor frecuencia notas periodísticas al respecto de este debate e incluso se prevén algunas manifestaciones a favor de la propuesta de reforma eléctrica y seguramente otras en contra.
En este sentido quiero destacar algunos argumentos que han vertido las autoridades que hacen esta propuesta en los diferentes espacios donde se debate y la defienden.
Uno de los primeros y más importantes argumentos se refiere a la soberanía energética, a que el Estado debe controlar, administrar y distribuir la energía eléctrica y no depender de la iniciativa privada en este servicio qué es vital para la economía del país, pero también es vital para la cotidianidad ciudadana y sus costos son cada día más importantes y por lo tanto se prevé qué es un negocio relevante y rentable.
Un segundo argumento que utiliza la parte que defiende la iniciativa es que los mexicanos obtendremos tarifas más bajas de energía eléctrica y que estás tarifas contribuirán al desarrollo económico y social de nuestro país.
El tercer argumento es erradicar la corrupción y él apoderamiento de empresas privadas del sector eléctrico.
El cuarto argumento es que la energía eléctrica es de los mexicanos, es propiedad de la nación y que por lo tanto su manejo, distribución, venta y control debe ser llevado a cabo por el Estado en este caso la Comisión Federal de Electricidad y asegurar que todos tengamos acceso a ella. Piden confiar en el Estado cuando la confianza en gobiernos pasados era nula por su alto grado de corrupción.
Los opositores a la reforma eléctrica cómo son los empresarios y los partidos de oposición PRI, PAN PRD y Movimiento Ciudadano argumentan qué está reforma eléctrica es centralista y autoritaria, que no contribuye a la competencia, que el manejo, distribución y control por parte del Estado va a perjudicar la distribución de la electricidad, los costos de la electricidad serán altos para las empresas y para los ciudadanos y que además se atenta contra el medio ambiente.
También se argumenta qué es una decisión autoritaria, que no beneficia a la nación sino que va a beneficiar a un sector empresarial que está acompañando al Presidente de la República en sus proyectos y que serán ellos los beneficiados y qué son empresas tal vez mexicanas de dudosa procedencia.
Hemos oído de parte del gobierno descalificaciones a los argumentos de los empresarios y de los partidos de oposición y también hemos oídos descalificaciones de los empresarios y de los partidos de oposición contra los promotores de la reforma eléctrica. Ambas posiciones dicen velar por el interés nacional, defienden la soberanía energética del país, consideran que es el mejor proyecto el que ellos representan para la energía eléctrica, sin embargo, los argumentos de uno y otro lado aún son insuficientes.
Voy a decir porque son insuficientes desde mi perspectiva. Comencemos con el gobierno ya que el planteamiento de esta reforma no viene acompañado y yo no lo he escuchado en ningún lado y de ningún funcionario el cuál es el proyecto eléctrico que se tiene planteado a corto mediano y largo plazo. No escuchado de los funcionarios del gobierno federal y tampoco del presidente de la República si la renacionalización de la energía eléctrica está acompañada de construir nuevas plantas eléctricas diferentes a las existentes, no mencionan en ningún lado si hay proyectos solares, eólicos o hídricos en puerta, sino simplemente se le quiere regresar la rectoría de la electricidad al Estado sin preocuparse de los daños que hoy se ocasionan por parte del actual industria eléctrica qué deteriora el medio ambiente y créanme he buscado y no encontrado cuál es el proyecto eléctrico de esta administración solo quiere reformar la constitución y regresar a la Comisión Federal de Electricidad el control.
La oposición prefiere qué la actual Ley Eléctrica se mantenga, sin embargo tampoco escuchado de ninguno de los actores políticos cuál es su propuesta de cambio de matriz eléctrica en nuestro país y solo se dedican a oponerse a esta reforma eléctrica porque consideran que no es benéfica para la sociedad mexicana y créame he buscado y no encontrado cuál es esta propuesta de corto mediano y largo plazo.
A lo anterior sumemos qué hay actores políticos que se están organizando para defender la reforma eléctrica, la que presente el presidente y han sugerido algunas movilizaciones cuando esté discutiéndose en el Congreso para hacer pesar la fuerza social que representan y así presionar a legisladoras y legisladores para que obtengan los votos necesarios para esta reforma y lo más divertido de todo es que quién propone estas movilizaciones es el partido de gobierno que en lugar de argumentar y presentar un proyecto a corto mediano y largo plazo que proteja el medio ambiente que sea amigable y que sea de interés social simplemente es presionar para obtener los votos que se requieren.
Por el lado de la oposición simplemente argumentan que no serán presionados y que su voto está comprometido al no a esta reforma. Entre los opositores encontramos a quién avalaron la reforma eléctrica de 2014-15 y quiénes también la votaron en contra (PRD) y hoy dan su apoyo a esa reforma y dentro del partido de gobierno también encontramos legisladoras y legisladores qué en su momento votaron incluso a favor de la reforma y en contra de esa reforma y solo porque los instruye el presidente de la república hoy la van votar a favor, sin tener tampoco claridad hacia dónde se va a dirigir la estrategia de matriz energética para el futuro de nuestro país.
Lo que sí vislumbro es un debate intenso y movilizaciones qué se van a llevar a cabo cuando este proyecto de reforma se discuta y se debata en el congreso, y ahí veremos de manera lamentable sí la oposición logra mantenerse en unidad y no hacer la reforma, sin que planteen un proyecto de corto mediano y largo plazo o veremos qué está reforma es aprobada, pero sin contar con un proyecto a corto mediano y largo plazo.
No se debate una estrategia a corto mediano y largo plazo sobre la energía en nuestro país, simplemente es, o estás conmigo o estás contra mí, o decirle no al presidente porque desde su punto de vista es más redituable electoralmente.
Se hace necesario dialogar, se hace necesario encontrar coincidencias, se hace necesario permitir que los sectores puedan contribuir a esta reforma y que se acuerde no solamente el cambio constitucional, sino un compromiso claro de todas las partes que se va a construir de manera conjunta en beneficio de la sociedad un proyecto energético hacia el futuro, porque solamente se plantea posiciones a corto plazo de beneficio electoral y eso no beneficia a nuestra sociedad.
Finalmente, desde la mañanera se ha instruido a los funcionarios a llevar a cabo asambleas informativas sobre esta reforma y espero que no solo se caigan en arengas, descalificaciones o señalamientos fáciles contra los opositores, sino que se explique porque el sentido de la reforma, cuáles serán las nuevas estrategias de energía y como asegurar este recurso para los siguientes 3, 5 o 20 años. Si dicen ser diferentes entonces expliquen no el hoy sino el mañana de la energía eléctrica en México.
