Arturo Hernández
“En la historia como en la naturaleza no hay efecto sin causa, no hay cosa que provenga de la nada”, frase del humanista José González Torres.
Esta frase hace alusión a uno de los problemas sociales que en Michoacán, la migración, es uno de los más graves, aunque las autoridades no lo consideren así.
Si hoy tenemos más remesas que antes, es porque tenemos más mexicanos fuera del país luchando por sacar adelante a sus familias, y si han dejado el país, no es porque estaban felices. He aquí que las remesas no vienen de la nada, sino de la búsqueda mejores oportunidades que no hay en nuestro país.
En Michoacán, ¿quién no tiene un conocido o un amigo que tuvo que dejar a su familia para emigrar a otro país, principalmente a los Estados Unidos y muy notablemente en California, Chicago y Texas? Es una práctica muy común, porque si tus papás no tienen dinero para que vayas a estudiar, hacen un gran esfuerzo familiar por que estudies una carrera, y no encuentras empleo o fracasa tu negocio por las pésimas condiciones económicas y de seguridad que se viven en nuestro estado, obliga a miles de michoacanos a buscar una oportunidad de trabajo en el país vecino, he ir, como se dice, a buscar el sueño americano.
Pero siempre hay que reconocer que trabajan de manera extrema y que gracias a grupos como la “Asociación Nacional de Campesinos”, de César Chávez, que por años han luchado por mejorar las condiciones de trabajo, el migrante sufre la ausencia de su tierra y familia, trabajos excesivamente agotadores, discriminación en muchos de los casos.
Pero ellos siempre están apoyando a sus familias en México, siempre mandando recursos para los que se quedan acá, para que atiendan sus necesidades de alimentación, salud y educación a los más pequeños de la casa.
El migrante es un michoacano que trabaja más, para que los que están acá pueda vivir mejor. Las remesas de 2020 ascendieron a 40 mil 605 millones de dólares, cifra récord, según el reporte del Banco de México, pero en 2021 aumentó el 27%, con 51mil 594 millones de dólares que enviaron los mexicanos a nuestro país.
Afortunadamente para el gobierno, las remesas representan un impulso al PIB, ya que representa el 4% de este. Ya contando el 2021, tiene ocho años consecutivos con un alza en el envío de remesas de nuestros paisanos al país, que en el caso de Michoacán, las remesas representan el 10% del PIB.
No puede ser posible que las condiciones pésimas que ofrece nuestro país obliguen a que las familias se separen, que deje comunidades prácticamente fantasmas y todo por no generar estrategias de mejora, siempre haciendo alusión al discurso absurdo de “tener otros datos”. Lo que debería de tener este gobierno, es congruencia y vergüenza.
Quiero cerrar mi opinión diciendo que ojalá pronto el gobierno federal, y sobre todo el estado, establezca mecanismos para mejorar las condiciones de seguridad, economía, educación y paz de nuestro estado y que los michoacanos que se van “al otro lado” sean cada día menos. Sólo con mejoras tangibles lograremos una nueva realidad para Michoacán…