Héctor Tapia / Metapolítica
Morelia, Michoacán.- El “derribo” de la escultura de los constructores, en la avenida Acueducto, debe servir de pretexto para retomar el diálogo con los pueblos indígenas para ver cómo restituir o reparar la obra, tomando en cuenta el sentir de los pueblos originarios, aseveró el alcalde Alfonso Martínez Alcázar.
Esto lo dijo tras reconocer que no gustó la forma de la protesta con que el grupo de manifestantes quitó la escultura.
En contraste, dijo que se estima que en Estados Unidos por la misma causa han sido derribados 190 monumentos, al igual que en otras partes del mundo.
En el gobierno local, dijo, lo que se busca es privilegiar el diálogo, “porque no podemos permitir que sea mediante la violencia que se tomen las decisiones en la ciudad”, y dijo que se está por instalar una mesa de diálogo entre los morelianos y quienes se sienten agredidos por la escultura, para que de manera conjunta se pueda decidir qué hacer.
Al final, dijo, con el daño a la escultura las pérdidas fueron sólo materiales, y que se tiene a resguardo la mayoría de las piezas que fueron retiradas. Se estima, explicó, que el daño va de los 80 mil a los 200 mil pesos, de acuerdo con varios escultores consultados; el monto más alto fue a lo que ascendió a su vez el acuerdo reparatorio que se impuso a los causantes del daño para que pudieran ser liberados, luego de haber sido aprehendidos por la autoridad.
Martínez Alcázar dijo que “el tema no es reparar la escultura en los mismos términos y mismo lugar para que siga la confrontación”, sino retomar el diálogo y definir qué hacer.